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El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

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LOS ESPACIOS PÚBLICOS: LA CIUDAD<br />

<strong>El</strong> Journal <strong>de</strong> «La Révolution» 179 expresa someramente los inconvenientes que<br />

el propio <strong>Margerit</strong> le ve a París: la falta <strong>de</strong> espacio, los ruidos, las citas y las<br />

obligaciones, y abre el ciclo <strong>de</strong> La Révolution. Casi siempre, la valoración que el autor<br />

hace <strong>de</strong> la capital es negativa frente al campo, que se i<strong>de</strong>ntifica con una especie <strong>de</strong><br />

paraíso. La calma, la amenidad <strong>de</strong> las reuniones <strong>de</strong> amigos, el perfume <strong>de</strong> la fruta que<br />

va a servir para elaborar la sidra, las conversaciones <strong>de</strong> los campesinos en domingo, la<br />

excitación <strong>de</strong> los niños que corretean alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l estiércol, la siesta <strong>de</strong> los perros que<br />

<strong>de</strong>scansan a la sombra y el mugir <strong>de</strong> las vacas en los establos, constituyen los<br />

principales atributos <strong>de</strong> Thias en un día <strong>de</strong> verano. Lo que al narrador le fascina <strong>de</strong> París<br />

es la animación <strong>de</strong> los paseos y las terrazas, el colorido <strong>de</strong> los jardines y la elegancia <strong>de</strong><br />

los hombres y mujeres que exhiben trajes <strong>de</strong> moda y nuevos peinados. La agitación <strong>de</strong><br />

las primeras horas <strong>de</strong> un día normal le recuerda el <strong>de</strong>splazamiento cotidiano <strong>de</strong> los<br />

parisienses que iban al trabajo cuando él era estudiante: un ejército <strong>de</strong> albañiles, «[...]<br />

pareils [...] à <strong>de</strong>s fourmis blanches [...]», se pone en marcha; un barco <strong>de</strong> pasajeros<br />

<strong>de</strong>scien<strong>de</strong> por el brazo más ancho <strong>de</strong>l Sena; pequeñas embarcaciones pasan<br />

continuamente <strong>de</strong> un lado a otro <strong>de</strong>l río; carretas cargadas <strong>de</strong> verduras van camino <strong>de</strong>l<br />

mercado; las tablas <strong>de</strong> los puestos <strong>de</strong>l puente se levantan para mostrar sus productos a<br />

los transeúntes. Sin embargo, el ambiente no es el mismo porque el contexto social,<br />

político y económico ha cambiado. Cuando Clau<strong>de</strong> se dirige a sus familiares y amigos<br />

<strong>de</strong> Limoges, les relata los inci<strong>de</strong>ntes trágicos <strong>de</strong> la víspera y les alerta contra el peligro<br />

<strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r a posibles provocaciones. Más a<strong>de</strong>lante, se acuerda <strong>de</strong> la paz <strong>de</strong>l campo<br />

mientras se asfixia en la salle <strong>de</strong>s Menus y piensa en los cañones <strong>de</strong> la Bastilla que están<br />

preparados para disparar. Pese a que Fernand halla un lugar en el que soñar con Ovidio<br />

y los poetas griegos en las inmediaciones <strong>de</strong> l’île Louviers, entre los olmos, los lirios y<br />

los juncos, el estrépito <strong>de</strong> los mosquetes sobresalta al adolescente. Las <strong>de</strong>scargas <strong>de</strong><br />

fusiles que se expan<strong>de</strong>n por entre muros <strong>de</strong> piedra, la masacre <strong>de</strong>l Campo <strong>de</strong> la<br />

Fe<strong>de</strong>ración invitan a abandonar la capital en busca <strong>de</strong> una localidad más tranquila:<br />

Fontenay-sous-Bois «au milieu <strong>de</strong> la verdure et <strong>de</strong>s fleurs», Arcis u otras 180 .<br />

<strong>El</strong> pueblo natal <strong>de</strong> Danton le ayuda a apaciguar su cólera y su ardor excesivo;<br />

lejos <strong>de</strong>l caos <strong>de</strong>l Manège, su propiedad es el retiro en el que este sibarita pasa todo el<br />

179 Op. cit., p. 83.<br />

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