29.06.2013 Views

El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LOS ESPACIOS PRIVADOS: LA CASA<br />

<strong>de</strong> un lugar más seguro, las granjas y casas asaltadas por los combatientes para pasar la<br />

noche recuperan provisionalmente su i<strong>de</strong>ntidad en oposición a las construcciones,<br />

acor<strong>de</strong>s con el rango, elegidas por el estado mayor para coordinar las operaciones<br />

militares: los cuarteles generales a los que alu<strong>de</strong> <strong>Margerit</strong> no constituyen un refugio para<br />

el <strong>de</strong>scanso en privado 189 .<br />

Por su forma, tamaño y emplazamiento, <strong>de</strong>terminados espacios recobran la<br />

habitabilidad; otros la pier<strong>de</strong>n para siempre. Mientras, en tiempos <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> los<br />

Cien años, las viviendas paleolíticas <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> Verneuil sirven <strong>de</strong> cobijo a los<br />

vecinos <strong>de</strong> la zona 190 , las Tullerías, al convertirse en un espacio <strong>de</strong>l dominio público en<br />

cuyos <strong>de</strong>spachos se resuelven cuestiones <strong>de</strong> interés general, se ven totalmente<br />

<strong>de</strong>spojadas <strong>de</strong> la vida familiar y sencilla que, en realidad, los reyes nunca pudieron<br />

disfrutar.<br />

Por otro lado, nos gustaría referirnos a los casos excepcionales en los que, en<br />

circunstancias especiales, la vivienda asume funciones añadidas que normalmente no le<br />

son confiadas: en períodos <strong>de</strong> guerra, los domicilios particulares <strong>de</strong> los republicanos<br />

convencidos dan asilo a los heridos en el campo <strong>de</strong> batalla, supliendo así a los hospitales<br />

y a los hogares <strong>de</strong> los mismos; o bien, en etapas <strong>de</strong> obligado anticlericalismo, una mesa<br />

<strong>de</strong> una buhardilla basta para celebrar un matrimonio religioso en secreto 191 . Y tampoco<br />

queremos olvidar los escasos ejemplos en los que una propiedad no es otra cosa que un<br />

bien inmueble recibido en pago a unos servicios prestados o como dote pero que, no<br />

obstante, ha podido o podría dar abrigo a toda una familia 192 .<br />

1964, (Les Trente journées qui ont fait la France), pp. 347 y ss., <strong>de</strong> <strong>Robert</strong> <strong>Margerit</strong>, cuyo enfoque hemos<br />

contrastado con los comentarios que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el otro lado, han efectuado Geoffrey Wooten: Waterloo 1815:<br />

el nacimiento <strong>de</strong> la Europa mo<strong>de</strong>rna, Madrid: Eds. <strong>de</strong>l Prado, 1994, (Ejércitos y batallas: batallas <strong>de</strong> la<br />

historia, 4) y John Macdonald: «Waterloo/ 18 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1815» en Gran<strong>de</strong>s batallas <strong>de</strong>l mundo,<br />

Barcelona: Folio, 1995, pp. 70-81.<br />

189 La Révolution II, pp. 595-600.<br />

190 Frédéric-Charles Messonier, p. 151.<br />

191 La Révolution IV, p. 389 y La Révolution III, p. 11.<br />

192 La Révolution IV, pp. 196 y 445.<br />

91

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!