El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

LOS ESPACIOS PÚBLICOS: EL ÁMBITO PÚBLICO
sido concebidas para observar la realidad circundante y deleitarse con los placeres que
perciben los cinco sentidos. Como lugar de esparcimiento, el café también reúne a
aquellos que, además de charlar, se entretienen jugando una partida o leyendo; no
obstante, la conversación es el motor que activa la vida social en este tipo de
establecimientos comerciales. Sin embargo, en los cabarets, ésta desempeña un papel
secundario: la presencia femenina, la música, el canto y el baile atraen clientes que
tratan de evadirse de la realidad interrumpiendo provisionalmente el ritmo cotidiano y
sumergiéndose en el caos de la fiesta.
De entre los locales de diversión que la sociedad reprueba pero consiente,
algunos son híbridos: muestran el semblante de la transgresión por la noche o reservan
determinados rincones para este uso: los mismos muros que reflejan la luz del sol por la
mañana rezuman una voluptuosidad demoniaca cuando anochece; o bien, discretos
pisos inferiores dan cobijo a bisexuales y a homosexuales que necesitan liberarse de sus
frustraciones o a heterosexuales que no quieren airear pasiones socialmente
inconfesables. Otros presentan un aspecto hogareño, ofrecen un trato familiar y
garantizan la intimidad de los clientes: además de ser hospitalarios, disimulan su
verdadera identidad. Excepcionalmente, están ubicados en el centro de la ciudad. Y los
más sombríos forman parte de barrios marginales en los que los seres más indefensos
satisfacen los deseos de los miembros más corruptos de las clases acomodadas.
Por lo que respecta a otras formas de sociabilidad típicamente urbanas, los
salones y los teatros destacan por ser círculos mundanos menos cultivados de lo que
cabría esperar. Espacios semi-privados en los que se departe sobre temas variados, los
primeros acogen en su seno a un grupo más o menos homogéneo de invitados que
constituyen su propio microcosmos social. Sus puertas están cerradas a la mayoría y la
minoría acude para entablar relaciones interesadas, crearse una posición o, simplemente,
llenar su tiempo de ocio admirando la belleza de las mujeres más seductoras, elegantes
y audaces. La mediocridad intelectual también es un rasgo característico de los teatros
margeritianos: la sensualidad que emana del escenario y de la zona de los asientos suele
acaparar la atención de los espectadores; en las plataformas del orden establecido se
escuchan mensajes repetitivos y, tras la muerte de Robespierre, proliferan los
espectáculos frívolos. A menudo, la obra representada pasa a segundo plano y, o bien es
461