29.06.2013 Views

El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LOS ESPACIOS PÚBLICOS: LAS PARTES DE LA CIUDAD<br />

preocupantes, estrepitosos y poco habituales 285 ; asomados a las ventanas y a las puertas<br />

<strong>de</strong> sus casas con los ojos legañosos, vieron <strong>de</strong>sfilar a infinidad <strong>de</strong> soldados que <strong>de</strong>jaron<br />

machacada y llena <strong>de</strong> cagajones la calle principal; en medio <strong>de</strong>l fragor <strong>de</strong> herraduras y<br />

ruedas, el centelleo <strong>de</strong> las armas y la luz cegadora <strong>de</strong> las antorchas, una carroza azul,<br />

oro y fuego pasó como un rayo: «C’était le roi qui s’en allait à l’armée» 286 .<br />

Igualmente interesados por lo que suce<strong>de</strong> fuera <strong>de</strong> sus casas, los parisienses <strong>de</strong><br />

finales <strong>de</strong>l siglo XVIII y principios <strong>de</strong>l XIX ocupan las aceras y calzadas <strong>de</strong> la capital cada<br />

vez que hay una convocatoria pública. Pese a que, durante este periodo, la normalidad<br />

es excepcional, en <strong>de</strong>terminadas fechas se congregan los hombres y mujeres que quieren<br />

participar en manifestaciones solemnes y/o festivas en calidad <strong>de</strong> actores o como<br />

simples testigos oculares. <strong>El</strong> 4 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1789, el pueblo inva<strong>de</strong> las calles <strong>de</strong> Versalles<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el amanecer para asistir a la procesión que se celebra la víspera <strong>de</strong> la inauguración<br />

<strong>de</strong> los Estados Generales, con el fin <strong>de</strong> «appeler sur leurs travaux les bénédictions<br />

célestes». Convencidos <strong>de</strong> que el cielo no tiene nada que hacer en los asuntos<br />

relacionados con la razón e irritados por tan pueril <strong>de</strong>mora, algunos representantes <strong>de</strong>l<br />

Tercer Estado caminan en dirección al punto <strong>de</strong> encuentro convenido abriéndose paso<br />

entre la gente: numerosos vehículos <strong>de</strong> todo tipo –incluidas carretas– vierten sus<br />

ruidosos cargamentos e inmediatamente vuelven a tomar la dirección <strong>de</strong> París en busca<br />

<strong>de</strong> nuevos curiosos. La multitud comienza a tomar posiciones entre la iglesia <strong>de</strong> Notre-<br />

Dame y la catedral <strong>de</strong> Saint-Louis. A medida que aumenta la temperatura, las<br />

colgaduras <strong>de</strong> la corona que <strong>de</strong>coran los balcones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día anterior recuperan sus<br />

verda<strong>de</strong>ros colores; las ban<strong>de</strong>ras blancas y doradas, las oriflamas azul Espíritu Santo,<br />

los gran<strong>de</strong>s adoquines <strong>de</strong> sílice claro terminan <strong>de</strong> secarse. Las ventanas, alquiladas a<br />

precios <strong>de</strong>sorbitados, se llenan; las pandillas <strong>de</strong> muchachos que llegan a pie y chillando<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> París se encaraman a los tejados y, alborotados por el trajín <strong>de</strong> abajo, los vencejos<br />

se arremolinan y chirrían en lo más alto. Poco antes <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong> las carrozas <strong>de</strong> la<br />

Corte, la guardia francesa y la guardia suiza <strong>de</strong>spejan la vía pública empujando a la<br />

muchedumbre contra las pare<strong>de</strong>s y formando hileras infranqueables. Pasan los<br />

285 Véase el significado ambivalente <strong>de</strong> la campana: por un lado, sonido armonioso que, en opinión <strong>de</strong><br />

Chevalier y Gheerbrant: Dictionnaire <strong>de</strong>s symboles, pp. 262-263, «[...] dissout les limitations <strong>de</strong> la<br />

condition temporelle», y, por otro, ruido <strong>de</strong>sagradable y <strong>de</strong> mal agüero.<br />

286 L’île <strong>de</strong>s perroquets, pp. 90-91.<br />

322

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!