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El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

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LOS ESPACIOS PRIVADOS: LAS PARTES DE LA CASA<br />

la propiedad asignada a la mujer y la reservada al marido, como en el caso <strong>de</strong> Henry<br />

Rosco: amplia, sucia y triste, esta «cour» contiene postes y andamios que se apilan<br />

<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nadamente y da cobijo a una cabra vieja –<strong>de</strong> las que se utilizaban antes para<br />

transportar la carga– que apenas pue<strong>de</strong> moverse entre los escombros «atesorados» <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

tiempos <strong>de</strong> su padre, mientras el jardín en el que se entretiene Renée es un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><br />

equilibrio y organización 735 .<br />

LA VERJA Y EL MURO<br />

Por último, la estructura metálica, vegetal o <strong>de</strong> albañilería que circunda la casa, sus<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias, el jardín y/o el patio reclama para sí el apartado final <strong>de</strong> la interpretación<br />

correspondiente a este espacio. La verja, el muro o el seto constituyen una barrera –real<br />

o imaginaria– que separa la vida íntima <strong>de</strong> la menos privada en la casi totalidad <strong>de</strong> los<br />

ejemplos margeritianos; no obstante, en el ejercicio <strong>de</strong> algunas activida<strong>de</strong>s y en el<br />

<strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> ciertos cargos, dicha línea divisoria <strong>de</strong>saparece: en numerosas ocasiones,<br />

Danton, Robespierre o Marat reciben en sus respectivos hogares a ciudadanos y<br />

representantes <strong>de</strong>l pueblo, que a menudo traspasan ese umbral y monsieur Ballureau da<br />

cita a <strong>de</strong>terminadas visitas en el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> su domicilio particular, si bien, para acce<strong>de</strong>r<br />

al recinto en el que se encuentra la vivienda <strong>de</strong> los primeros, basta con pasar bajo una<br />

amplia bóveda o un arco cimbrado en <strong>de</strong>masía 736 , mientras que para a<strong>de</strong>ntrarse en los<br />

dominios <strong>de</strong>l director <strong>de</strong> la revista local Lettres limousines es necesario contar con su<br />

aprobación: no todo el mundo pue<strong>de</strong> cruzar la verja en la que se halla engastada su<br />

i<strong>de</strong>ntidad en letras bien doradas, sobre una placa ovalada <strong>de</strong> porcelana con filete <strong>de</strong><br />

oro 737 .<br />

735 Une tragédie bourgeoise, p. 35.<br />

736 La Révolution I, pp. 432 y 442 y La Révolution II, p. 475.<br />

737 Le vin <strong>de</strong>s vendangeurs, p. 260.<br />

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