El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

LOS ESPACIOS PÚBLICOS: LAS PARTES DE LA CIUDAD
componen este espacio semipúblico. En la parte baja de un antiguo cine, se hallan
ubicados la imprenta y el taller de plegado. De la zona que antes ocupaban las butacas
de patio, el narrador destaca las dos filas de plegadoras automáticas y las mesas en las
que las «femmes de nuit» ponen faja a los ejemplares entre las once y las seis de la
mañana. Sus comentarios al respecto son breves, pero expresivos: con una simple
comparación 680 y un juego de palabras fácil nos hace ver que tanto los insectos
metálicos como las mujeres de carne y hueso que trabajan mecánicamente tienen
asignadas tareas poco gratificantes; no obstante, nos damos cuenta enseguida de que
este espacio tiene asignado un papel secundario: considerado como lugar de paso e
iluminado por reflejos «lejanos», el taller de plegado ha sido concebido para realzar la
importancia del que, años atrás, fue el escenario del Tivoli y ahora encumbra a la
vedette de La presse 681 .
En la imprenta, la Marinoni eclipsa a otra rotativa más vieja y más pequeña que
está colocada detrás de ella: bajo la blanca luz de neón, la máquina estrella destaca por
su complexión robusta 682 y su belleza sobria; pero lo que más llama la atención de la fiel
admiradora que desciende cada tarde de las alturas para verla son los preparativos que
preceden al inicio del espectáculo que se repite día tras día. Siguiendo el ritual
establecido, los empleados la preparan antes de ponerla en marcha: le colocan el papel,
la recorren, entran y salen de sus entrañas. A primera vista el culto rendido a la
Marinoni podría hacer pensar en una especie de recinto sagrado; sin embargo, el deleite
exagerado que a Dominique le produce la contemplación de la rotativa –mezcla de
placer físico y de autocomplacencia–, la mirada obsesa del hombre que anima a las
mujeres a que suban a la pasarela para escudriñar sus interioridades desde abajo y las
reacciones desproporcionadas del jefe de taller nos sitúan en el nivel inferior del eje de
la verticalidad 683 .
680 Las plegadoras automáticas le recuerdan a escuálidos saltamontes verdes que por su número y su
condición de insectos resultan inquietantes. Véanse una vez más las páginas 75-78 de Les structures
anthropologiques de l’imaginaire, en las que Gilbert Durand se refiere al esquema de lo animado y al
arquetipo del caos.
681 La femme forte, pp. 29 y 48.
682 Símbolo de la pujanza del periódico.
683 La femme forte, pp. 49-53.
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