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El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

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LOS ESPACIOS PRIVADOS: LA CASA<br />

vacío que se repite: «La maison était muette, vi<strong>de</strong> comme je la retrouvais chaque soir, en<br />

rentrant du lycée, après le mariage <strong>de</strong> ma sœr» 96 . Los aromas otoñales que antaño se<br />

asociaban al perfume que flotaba en la habitación <strong>de</strong> al lado resucitan sus recuerdos:<br />

atar<strong>de</strong>ceres tibiamente cálidos y femeninos que embriagaban con su olor a miel y a fruta<br />

madura nos sumergen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio en el marco <strong>de</strong> la nostalgia. Junto a la hermana,<br />

Bruno asocia la casa a la figura tutelar <strong>de</strong>l padre: protector como «la vieille maison avec<br />

ses profon<strong>de</strong>urs tranquilles», la mano que le guía o que se posa sobre su hombro<br />

transmite seguridad serena y experiencia 97 .<br />

Siguiendo la línea parental, el hogar <strong>de</strong> los abuelos pue<strong>de</strong> convertirse en el recinto<br />

en el que tiene lugar la primera toma <strong>de</strong> contacto con el mundo exterior. Privada <strong>de</strong> sus<br />

padres, Jacqueline recibe aquí el calor <strong>de</strong> la nodriza durante los primeros meses <strong>de</strong> su<br />

vida y el cariño <strong>de</strong> los abuelos hasta los últimos días <strong>de</strong> su adolescencia. Preservados por<br />

enormes tabiques, entre el leve olor a cera y a mermelada, los momentos dichosos <strong>de</strong> su<br />

infancia permanecen aferrados a rincones y objetos: «capelines <strong>de</strong> paille», «rubans<br />

ingénus», «bâtons d’un “jeu <strong>de</strong> Grâces”», etc. 98 . Como en la autobiografía <strong>de</strong> Althusser,<br />

su «pays natal» coinci<strong>de</strong> con el <strong>de</strong> sus abuelos, y el afecto <strong>de</strong> la protagonista hacia ellos<br />

es mayor que el que siente hacia sus progenitores. Sin embargo, dado que las<br />

circunstancias que <strong>de</strong>terminan el itinerario vital <strong>de</strong> Louis Althusser 99 son diferentes,<br />

conviene aclarar que los sentimientos <strong>de</strong> los personajes margeritianos no son tan<br />

<strong>de</strong>smesurados. Jacqueline no hace alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> un apego exagerado hacia sus abuelos ni<br />

tampoco reprocha a sus padres su <strong>de</strong>spreocupación por ella. Frédéric-Charles<br />

Messonier 100 evoca con nostalgia la felicidad perfecta que disfrutó en una habitación <strong>de</strong><br />

96<br />

Op. cit., pp. 11, 239 y 279.<br />

97<br />

Ibí<strong>de</strong>m, pp. 40, 240 y 263.<br />

98<br />

Ibí<strong>de</strong>m, p. 182.<br />

99<br />

Véanse Louis Althusser: L’avenir dure longtemps suivi <strong>de</strong> Les faits, (1992), Paris: Stock/IMEC,<br />

1994, pp. 79, 96-99, 154 y 319 y Ana María Pérez Lacarta: «Dos autobiografías en la obra <strong>de</strong><br />

Althusser», RICUS: Filología, (Soria), XIII, nº 1, (1995), pp. 89-95.<br />

100<br />

Frédéric-Charles Messonier, pp. 23-24.<br />

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