El universo imaginario de Robert Margerit - Biblioteca Virtual Miguel ...

BREVE COMENTARIO DE LAS PRINCIPALES OBRAS DEL AUTOR
hechos ocurridos entre comienzos de 1796 y el advenimiento del Segundo Imperio, el
autor opta por este colofón que al principio resulta un poco desconcertante, pero que no
desentona con el resto de la novela.
Se podría decir que prácticamente Margerit hace una enumeración de regímenes
políticos y que selecciona los episodios históricos sobre los que quiere llamar la
atención del lector. Vemos a los antiguos jacobinos asistiendo a las últimas sesiones de
la Convención, aceptando el Directorio, deseando el Consulado, atravesando el Imperio,
esperando la vuelta de los Borbones, apoyando y después rechazando a Napoleón a su
vuelta de la isla de Elba, marchando al exilio y acabando sus días aquí o en la madre
patria. Los instintos de supervivencia y destrucción vuelven a estar muy presentes en la
obra: los ajustes de cuentas de los termidorianos, la matanza de los emigrantes que
desembarcaron en Quiberon, las conspiraciones monárquicas, las sangrientas jornadas
de vendimiario, las batallas napoleónicas o las intrigas de la corte imperial, entre otros
ejemplos, son buena prueba de ello.
Una vez más, Claude es el testigo principal de toda esta época: sigue de cerca los
acontecimientos y conserva el sentido crítico a la hora de juzgarlos. A pesar de que mira
al pasado con nostalgia, analiza con lucidez dicho periodo. Continúa defendiendo sus
principios: primero, desde su escaño; después, como periodista y abogado y no huye
cuando le persiguen por haber defendido a Fouquier-Tinville. Ya mayor, sacará
conclusiones sobre los últimos años de la Revolución y los distintos sistemas políticos
por los que se ha ido rigiendo Francia. Como todos los intérpretes de la Historia, piensa
que la burguesía es la clase que ha obtenido mayores beneficios del derrocamiento de
Luis XVI; considera que los diputados de la Convención han perdido el tiempo
destruyéndose los unos a los otros en lugar de gobernar y no oculta su desengaño de la
política. Aun así, sigue creyendo en la idea de justicia. En relación con los personajes
históricos, Margerit profundiza en el análisis de sus verdaderos móviles, nos muestra el
semblante desconocido de algunos de ellos y llama nuestra atención sobre su evolución
psicológica e ideológica. Además, con anécdotas y precisiones nos ayuda a entender
mejor la mentalidad de la época y el porqué de determinadas decisiones.
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