07.12.2012 Views

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

No se le había ocurrido pensar que a su tío pudiera parecerle<br />

que su ayuda sería necesaria aquel<strong>la</strong> noche.<br />

—Ah, Denshichiró, realmente llevas a su término este<br />

asunto —dijo Genzaemon—. Es un alivio encontrarte aquí.<br />

—Tenía intención <strong>de</strong> discutirlo contigo primero, pero...<br />

—¿Discutirlo? ¿Qué hay que discutir? ¡<strong>El</strong> nombre <strong>de</strong> Yoshioka<br />

ha sido arrastrado por el fango, tu hermano ha sido convertido<br />

en un inválido! ¡Si no hubieras emprendido ninguna<br />

acción, me habrías tenido a mí para respon<strong>de</strong>r!<br />

—No tienes que preocuparte por nada. No soy un hombre<br />

irresoluto como mi hermano.<br />

—Te tomo <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, y sé que ganarás, pero me pareció<br />

mejor venir y darte ánimos. He venido corriendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Mibu.<br />

Déjame que te advierta, Denshichiro: por lo que he oído <strong>de</strong>cir,<br />

no <strong>de</strong>bes tomar muy a <strong>la</strong> ligera a ese adversario.<br />

—Lo sé.<br />

—No te apresures <strong>de</strong>masiado por ganar. Ten calma, déjalo<br />

al arbitrio <strong>de</strong> los dioses. Si <strong>la</strong> suerte te es adversa y mueres, yo<br />

me ocuparé <strong>de</strong> tu cuerpo.<br />

—¡Ja, ja, ja! Vamos, tío Gen, caliéntate junto al fuego.<br />

<strong>El</strong> anciano bebió en silencio una taza <strong>de</strong> sake, y luego se<br />

dirigió a los <strong>de</strong>más en tono <strong>de</strong> reproche:<br />

—¿Qué estáis haciendo aquí? Supongo que no preten<strong>de</strong>réis<br />

apoyarle con vuestras espadas, ¿no es cierto? Éste<br />

es un combate entre dos espadachines, y parece una cobardía<br />

tener alre<strong>de</strong>dor tantos seguidores. Ya casi es <strong>la</strong> hora. Venid<br />

conmigo todos vosotros. Nos alejaremos lo suficiente<br />

para que no parezca que estamos p<strong>la</strong>neando un ataque masivo.<br />

Los hombres hicieron lo que les or<strong>de</strong>naban, <strong>de</strong>jando a<br />

Denshichiró solo. Éste se sentó cerca <strong>de</strong>l fuego, pensando:<br />

«Cuando oí <strong>la</strong>s campanas eran<strong>la</strong>s ocho. Ahora <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> ser <strong>la</strong>s<br />

nueve. Musashi se retrasa».<br />

<strong>El</strong> único rastro <strong>de</strong> sus discípulos eran sus negras pisadas en<br />

<strong>la</strong> nieve, y el único sonido el crepitar <strong>de</strong> los carámbanos que se<br />

<strong>de</strong>sprendían <strong>de</strong> los aleros <strong>de</strong>l templo. La rama <strong>de</strong> un árbol se<br />

rompió bajo el peso <strong>de</strong> <strong>la</strong> nieve. Cada vez que algo rompía el<br />

silencio, los ojos <strong>de</strong> Denshichiró se movían como los <strong>de</strong> un<br />

halcón.<br />

124

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!