07.12.2012 Views

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

un confitero maneja <strong>la</strong> arropía: unas veces era <strong>la</strong>rgo, otras corto,<br />

ahora invisible, luego alto, más tar<strong>de</strong> bajo...; parecía estar<br />

en todas partes al mismo tiempo.<br />

Des<strong>de</strong> <strong>la</strong> ventana, <strong>la</strong> mujer instaba a su hijo a que tuviera<br />

cuidado.<br />

—¡Gonnosuke! ¡No parece un samurai ordinario!<br />

La anciana parecía tan implicada en <strong>la</strong> lucha como lo estaba<br />

el contrincante <strong>de</strong> Musashi.<br />

—¡No te preocupes! —Saber que el<strong>la</strong> estaba mirando parecio<br />

elevar todavía más el espíritu <strong>de</strong> lucha <strong>de</strong> Gonnosuke.<br />

En aquel momento, Musashi se agachó para esquivar un<br />

golpe dirigido a su hombro y, con el mismo movimiento, se<br />

<strong>de</strong>slizó hacia Gonnosuke y le agarró <strong>la</strong> muñeca. Un instante<br />

<strong>de</strong>spués, el campesino estaba tendido boca arriba y pateando a<br />

<strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s.<br />

—¡Espera! —gritó <strong>la</strong> madre, rompiendo <strong>la</strong> celosía <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

ventana en su excitación. Tenía los pelos <strong>de</strong> punta. Ver a su<br />

hijo <strong>de</strong>rribado había sido para el<strong>la</strong> como ser alcanzada por un<br />

rayo.<br />

La <strong>de</strong>sencajada expresión <strong>de</strong> su rostro evitó que Musashi<br />

diera el siguiente paso lógico, que habría sido <strong>de</strong>senvainar <strong>la</strong><br />

espada y acabar con Gonnosuke.<br />

—De acuerdo, esperaré —le gritó, poniéndose a horcajadas<br />

sobre el pecho <strong>de</strong> Gonnosuke e inmovilizándole en el suelo.<br />

Gonnosuke se <strong>de</strong>batía valientemente, tratando <strong>de</strong> liberarse.<br />

Sus piernas, que Musashi no podía dominar, vo<strong>la</strong>ban y lúego<br />

chocaban contra el suelo mientras arqueaba <strong>la</strong> espalda. Musashi<br />

tenía que emplear todas sus fuerzas para mantenerle<br />

tendido.<br />

La madre cruzó corriendo <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> <strong>la</strong> cocina, al tiempo<br />

que vituperaba a su hijo:<br />

—¡Mírate! ¿Cómo te has metido en semejante apuro?<br />

—Pero añadió—: No abandones. Estoy aquí para ayudarte.<br />

Puesto que había pedido a Musashi que esperase, él creía<br />

que iba a arrodil<strong>la</strong>rse y rogarle que no matara a su hijo, pero le<br />

bastó una mirada para saber que había sufrido una triste equivocación.<br />

La mujer tenía <strong>la</strong> <strong>la</strong>nza, ahora <strong>de</strong>senfundada, <strong>de</strong>trás<br />

<strong>de</strong> el<strong>la</strong>, pero Musashi vio el <strong>de</strong>stello <strong>de</strong> <strong>la</strong> hoja y notó <strong>la</strong> ardiente<br />

mirada fija en su espalda.<br />

322 ._--

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!