07.12.2012 Views

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

en <strong>la</strong> noche, estaba <strong>de</strong>mostrando a todos y cada uno lo mucho<br />

que era capaz <strong>de</strong> beber, pedía más, <strong>de</strong>cía todo lo que <strong>de</strong>bería<br />

cal<strong>la</strong>rse, aireaba sus resentimientos..., en una pa<strong>la</strong>bra, era un<br />

completo pelmazo. Amaneció antes <strong>de</strong> que perdiera el sentido<br />

y era mediodía antes <strong>de</strong> que volviera en sí.<br />

<strong>El</strong> sol parecía más bril<strong>la</strong>nte <strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> lluvia <strong>de</strong> <strong>la</strong> tar<strong>de</strong><br />

anterior. Las pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> Musashi resonaban en <strong>la</strong> cabeza <strong>de</strong><br />

Matahachi, el cual <strong>de</strong>seaba vomitar hasta <strong>la</strong> última gota que<br />

había bebido. Por suerte, Kojiró dormía aún en otra habitación.<br />

Matahachi bajó sigilosamente <strong>la</strong> escalera, pidió su kimono<br />

a <strong>la</strong>s mujeres y salió corriendo en dirección a Seta.<br />

<strong>El</strong> agua fangosa y rojiza que fluía por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l puente<br />

estaba generosamente salpicada <strong>de</strong> flores <strong>de</strong> cerezo <strong>de</strong>l Ishiyama<strong>de</strong>ra.<br />

La tormenta había <strong>de</strong>strozado <strong>la</strong>s enreda<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> glicinas<br />

y esparcido amaril<strong>la</strong>s flores kerria por doquier.<br />

Tras una prolongada búsqueda, Matahachi preguntó en <strong>la</strong><br />

casa <strong>de</strong> té y le dijeron qué el hombre <strong>de</strong> <strong>la</strong> vaca había esperado<br />

hasta que cerraron por <strong>la</strong> noche, y entonces se marchó a una<br />

posada. Había regresado por <strong>la</strong> mañana pero, al no encontrar a<br />

su amigo, <strong>de</strong>jó una nota atada a una rama <strong>de</strong> sauce.<br />

La nota, que parecía una gran mariposa b<strong>la</strong>nca, <strong>de</strong>cía:<br />

«Lo siento, pero no podía esperar más. Alcánzame por el<br />

camino. Te estaré buscando.»<br />

Matahachi recorrió a paso vivo <strong>la</strong> Nakasendó, <strong>la</strong> carretera<br />

que conducía a Edo a través <strong>de</strong> Kiso, pero aún no había dado<br />

alcance a Musashi cuando llegó a Kusatsu. Después <strong>de</strong> pasar<br />

por Hikone y Torimoto, empezó a sospechar que le había perdido<br />

por el camino, y cuando llegó al puerto <strong>de</strong> Suribachi esperó<br />

media jornada, sin apartar los ojos <strong>de</strong> <strong>la</strong> carretera durante<br />

todo el tiempo.<br />

Sólo cuando llegó a <strong>la</strong> carretera <strong>de</strong> Mino recordó <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras<br />

<strong>de</strong> Kojiró.<br />

«¿Me habrá engañado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo? —se preguntó—.<br />

¿No tendría Musashi verda<strong>de</strong>ra intención <strong>de</strong> ir conmigo?»<br />

Después <strong>de</strong> volver muchas veces sobre sus pasos e investigar<br />

en los caminos <strong>la</strong>terales, finalmente avistó a Musashi en <strong>la</strong>s<br />

afueras <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> Nakatsugawa. Al principio se sintió<br />

jubiloso, pero cuando se acercó lo suficiente para ver que <strong>la</strong><br />

298

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!