07.12.2012 Views

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

to a <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> morir pronto. ¿Cómo pue<strong>de</strong> un hombre<br />

con esa perspectiva hacer promesas que afectan al futuro <strong>de</strong><br />

una mujer tan joven como Otsü?<br />

Había dicho más <strong>de</strong> lo que pretendía. Jótaró parecía confuso,<br />

pero entonces dijo en tono triunfante:<br />

—No tienes que prometerle nada a Otsü. Lo único que te<br />

pido es que <strong>la</strong> veas.<br />

—Mira, no es tan sencillo. Otsü y yo somos jóvenes. Me<br />

<strong>de</strong>sagrada tener que admitirlo, pero si nos encontramos, me<br />

temo que sus lágrimas me <strong>de</strong>rrotarían. No podría mantenerme<br />

fiel a mi <strong>de</strong>cisión.<br />

Musashi ya no era el joven impetuoso que <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñó a Otsü<br />

en el puente Hanada. Era menos egocéntrico y temerario, más<br />

paciente y mucho más gentil. <strong>El</strong> encanto <strong>de</strong> Yoshino podría<br />

haber reavivado los fuegos <strong>de</strong> <strong>la</strong> pasión, si él no hubiera rechazado<br />

el amor <strong>de</strong> manera muy simi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> <strong>de</strong>l fuego que no quiere<br />

tratos con el agua. No obstante, cuando <strong>la</strong> mujer era Otsü,<br />

Musashi <strong>de</strong>sconfiaba <strong>de</strong> su capacidad <strong>de</strong> autodominio. Sabía<br />

que no <strong>de</strong>bía pensar en el<strong>la</strong> sin consi<strong>de</strong>rar el efecto que podría<br />

tener en su vida.<br />

Jótaró oyó <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su maestro muy cerca <strong>de</strong> su oído.<br />

—¿Lo compren<strong>de</strong>s ahora?<br />

<strong>El</strong> muchacho se enjugó <strong>la</strong>s lágrimas <strong>de</strong> los ojos, pero cuando<br />

apartó <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> su rostro y miró a su alre<strong>de</strong>dor, no vio<br />

más que una bruma oscura.<br />

—Sensei! —exc<strong>la</strong>mó.<br />

Corrió hacia el extremo <strong>de</strong>l <strong>la</strong>rgo muro <strong>de</strong> tierra, pero sabía<br />

que sus gritos no harían volver a Musashi. Apoyó <strong>la</strong> cara en el<br />

muro y <strong>la</strong>s lágrimas brotaron <strong>de</strong> nuevo. Se sentía completamente<br />

<strong>de</strong>rrotado, vencido una vez más por el razonamiento<br />

adulto. Lloró hasta que se le tensó <strong>la</strong> garganta y no emitió más<br />

sonidos, pero los sollozos convulsos siguieron agitando sus<br />

hombros.<br />

Vio a una mujer al otro <strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> servicio y pensó<br />

que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> ser alguna <strong>de</strong> <strong>la</strong>s muchachas <strong>de</strong> <strong>la</strong> cocina que<br />

regresaba <strong>de</strong> un recado tardío. Se preguntó sí le habría oído<br />

llorar.<br />

La oscura figura alzó su velo y caminó lentamente hacia él.<br />

—¿Jótaró? ¿Eres tú, Jótaró?<br />

192

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!