07.12.2012 Views

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Cogió una escudil<strong>la</strong> <strong>de</strong> barro <strong>de</strong>l altar y empezó a salir.<br />

Le sorprendió ver a un hombre en el exterior, que miraba<br />

hacia a<strong>de</strong>ntro. <strong>El</strong> inesperado visitante se dio a <strong>la</strong> fuga, pero<br />

Matahachi cruzó <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> un salto y le agarró.<br />

<strong>El</strong> hombre, un campesino que se dirigía al mercado mayorista<br />

<strong>de</strong> Shiojiri, con varios sacos <strong>de</strong> grano cargados a lomos <strong>de</strong> su<br />

caballo, cayó a los pies <strong>de</strong> Matahachi, temb<strong>la</strong>ndo aterrorizado.<br />

—No iba a hacer nada. Sólo oí llorar a una mujer y miré<br />

para ver qué pasaba.<br />

—¿De veras? ¿Estás seguro? —replicó Matahachi. Su actitud<br />

era tan severa como <strong>la</strong> <strong>de</strong> un magistrado local.<br />

—Sí, lo juro.<br />

—En ese caso, te perdono <strong>la</strong> vida. Descarga esos sacos y ata<br />

a <strong>la</strong> mujer en el lomo <strong>de</strong>l caballo. Entonces te quedarás con<br />

nosotros hasta que hayas <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> serme útil. —Sus <strong>de</strong>dos<br />

jugueteaban amenazantes con <strong>la</strong> empuñadura <strong>de</strong> su espada.<br />

<strong>El</strong> campesino, <strong>de</strong>masiado asustado para <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cer, hizo<br />

lo que Matahachi le había or<strong>de</strong>nado, y los tres se pusieron en<br />

marcha.<br />

Matahachi recogió una caña <strong>de</strong> bambú para usar<strong>la</strong> como<br />

látigo.<br />

—Vamos a Edo y no queremos compañía, así que aléjate<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> carretera principal —or<strong>de</strong>nó al campesino—. Toma un<br />

camino don<strong>de</strong> no nos tropecemos con nadie.<br />

—Eso es muy difícil.<br />

—¡Me tiene sin cuidado lo difícil que sea! Y no se te ocurra<br />

hacerme una ma<strong>la</strong> jugada porque te parto <strong>la</strong> crisma. No te necesito<br />

especialmente, lo único que quiero es el caballo. Deberías<br />

agra<strong>de</strong>cerme que te haga venir.<br />

<strong>El</strong> oscuro sen<strong>de</strong>ro parecía más empinado a cada paso.<br />

Cuando llegaron a Ubagami, más o menos a <strong>la</strong> mitad <strong>de</strong>l recorrido,<br />

tanto los hombres como el caballo estaban próximos a<br />

<strong>de</strong>splomarse. Bajo sus pies <strong>la</strong>s nubes se ondu<strong>la</strong>ban como o<strong>la</strong>s.<br />

Una débil luminosidad teñía el cielo por el este.<br />

Otsü había cabalgado durante toda <strong>la</strong> noche sin pronunciar<br />

pa<strong>la</strong>bra, pero cuando vio los primeros rayos <strong>de</strong>l sol, dijo quedamente:<br />

—Matahachi, por favor, <strong>de</strong>ja que este hombre se marche.<br />

Devuélvele su caballo. Te prometo que no me escaparé.<br />

333

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!