07.12.2012 Views

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

casa <strong>de</strong> té en Nezame para almorzar temprano. Cuando llegaron<br />

al próximo puerto <strong>de</strong> montaña, el muchacho volvía a estar<br />

hambriento.<br />

—¡Mira, Otsü! En esa tienda tienen caquis secos. ¿No <strong>de</strong>heríamos<br />

comprar unos cuantos para el viaje?<br />

Fingiendo que no le había oído, Otsü siguió a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte.<br />

Cuando llegaron a Fukushima, en <strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> Shinano,<br />

lugar famoso por <strong>la</strong> variedad y abundancia <strong>de</strong> sus productos<br />

alimenticios, era media tar<strong>de</strong>, más o menos <strong>la</strong> hora a <strong>la</strong> que<br />

acostumbraban merendar.<br />

—Descansemos un poco —le pidió el chico en tono quejumbroso—.<br />

Por favor.<br />

<strong>El</strong><strong>la</strong> no le hizo caso.<br />

—¡Vamos, Otsü! Tomemos esos pastelillos <strong>de</strong> arroz envueltos<br />

en harina <strong>de</strong> soja. Los que hacen aquí son famosos.<br />

¿Ño quieres probarlos?<br />

Ahora Jótaro sujetaba <strong>la</strong> cuerda <strong>de</strong> <strong>la</strong> vaca, por lo que a<br />

Otsü le sería difícil pasar ante <strong>la</strong> tienda sin <strong>de</strong>tenerse.<br />

—¿No has comido lo suficiente? —le preguntó, irritada.<br />

La vaca, como en secreta alianza con Jotaró, se <strong>de</strong>tuvo y<br />

empezó a pacer <strong>la</strong> hierba <strong>de</strong> <strong>la</strong> cuneta.<br />

—¡Muy bien! —dijo bruscamente Otsü—. Si es así como<br />

vas a actuar, me a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntaré y se lo diré a Musashi.<br />

Cuando hizo a<strong>de</strong>mán <strong>de</strong> <strong>de</strong>smontar, Jótaró se echó a reír,<br />

sabiendo perfectamente que el<strong>la</strong> no llevaría a cabo su amenaza.<br />

Al ver que había <strong>de</strong>scubierto su farol, Otsü <strong>de</strong>smontó con<br />

resignación <strong>de</strong> <strong>la</strong> vaca y juntos entraron en el cobertizo abierto<br />

por un <strong>la</strong>do que estaba <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong>l local. Jotaró pidió a gritos<br />

que les sirvieran y fue a atar <strong>la</strong> vaca.<br />

Cuando regresó al <strong>la</strong>do <strong>de</strong> Otsü, ésta le dijo:<br />

—No <strong>de</strong>berías haber pedido nada para mí. No tengo hambre.<br />

—¿No quieres nada para comer?<br />

—No. Las personas que comen <strong>de</strong>masiado se vuelven unos<br />

cerdos estúpidos.<br />

—Ah, entonces supongo que tendré que comerme lo tuyo.<br />

—¡Eres un <strong>de</strong>svergonzado!<br />

<strong>El</strong> chico tenía <strong>la</strong> boca <strong>de</strong>masiado llena para po<strong>de</strong>r oír. Sin<br />

embargo, al cabo <strong>de</strong> un momento hizo una pausa para colocarse<br />

<strong>la</strong> espada <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra a <strong>la</strong> espalda, don<strong>de</strong> no molestaría a su<br />

310

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!