07.12.2012 Views

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> Mimasaka. He venido para cumplir con el<br />

acuerdo al que llegamos anteayer en Yanagimachi.<br />

»¿Estás ahí, Genjiró? Te ruego que no seas tan negligente<br />

como lo fueron Seijüro y Denshichiró antes <strong>de</strong> ti. Comprendo<br />

que, <strong>de</strong>bido a tu juventud, tienes varias docenas <strong>de</strong> hombres<br />

que te apoyan. Yo, Musashi, he venido solo. Tus hombres pue<strong>de</strong>n<br />

atacarme individualmente o en grupo, como gusten. ¡Ahora<br />

luchad!<br />

Aquello fue otra sorpresa total, pues ninguno había esperado<br />

que Musashi pronunciara un <strong>de</strong>safío formal. Incluso aquellos<br />

que habrían querido <strong>de</strong>sesperadamente darle una réplica<br />

a<strong>de</strong>cuada carecían <strong>de</strong> <strong>la</strong> compostura necesaria.<br />

—¡Has venido tar<strong>de</strong>, Musashi! —gritó una voz ronca.<br />

Muchos hombres se sintieron alentados por <strong>la</strong> <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración<br />

<strong>de</strong> Musashi <strong>de</strong> que estaba solo, pero Genzaemon y Jürózaemon,<br />

creyendo que era una artimaña, miraron a su alre<strong>de</strong>dor<br />

en busca <strong>de</strong> ayudantes ocultos.<br />

Se oyó un sonido vibrante y, casi al mismo tiempo, <strong>la</strong> espada<br />

<strong>de</strong> Musashi <strong>de</strong>stelló en el aire. La flecha dirigida a su rostro<br />

se rompió, <strong>la</strong> mitad <strong>de</strong>l asta cayó a espaldas <strong>de</strong> Musashi y <strong>la</strong><br />

otra mitad cerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> punta <strong>de</strong> su espada bajada, o más bien <strong>de</strong><br />

don<strong>de</strong> acababa <strong>de</strong> estar <strong>la</strong> espada, pues su dueño ya estaba en<br />

movimiento. Con el cabello erizado como una melena <strong>de</strong> león,<br />

saltó hacia <strong>la</strong> forma oscura <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l pino <strong>de</strong> ancha copa.<br />

Genjiró se aferró al tronco, gritando:<br />

—¡Socorro! ¡Tengo miedo!<br />

Genzaemon saltó a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, aul<strong>la</strong>ndo como si el golpe le hubiera<br />

alcanzado, pero era <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>. La espada <strong>de</strong> Musashi<br />

cortó un trozo <strong>de</strong> corteza <strong>de</strong> dos pies <strong>de</strong> <strong>la</strong>rgo, que cayó al<br />

suelo junto a <strong>la</strong> cabeza cubierta <strong>de</strong> sangre <strong>de</strong> Genjiró.<br />

Fue<strong>la</strong> acción <strong>de</strong> un <strong>de</strong>monio feroz. Musashi, haciendo caso<br />

omiso <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, había ido directamente a por el muchacho,<br />

y parecía como si se lo hubiera propuesto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio.<br />

<strong>El</strong> ataque fue <strong>de</strong> un salvajismo inenarrable. La muerte <strong>de</strong><br />

Genjiro no redujo en lo más mínimo <strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong> lucha <strong>de</strong><br />

los Yoshioka. Lo que había sido excitación nerviosa se elevó al<br />

nivel <strong>de</strong> un frenesí letal.<br />

248

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!