07.12.2012 Views

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

Eiji Yoshikawa MUSASHI 3. El Camino de la Espada

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Musashi le miró con suspicacia.<br />

—¿No eres Miyamoto Musashi? —le preguntó el hombre,<br />

haciendo una reverencia, con una expresión <strong>de</strong> temor en el<br />

rostro.<br />

La luz <strong>de</strong> <strong>la</strong> antorcha abril<strong>la</strong>ntaba los ojos <strong>de</strong> Musashi.<br />

—¿Eres Miyamoto Musashi?<br />

<strong>El</strong> aterrado samurai parecía ba<strong>la</strong>ncearse ligeramente sobre<br />

sus pies. La fiereza que veía en los ojos <strong>de</strong> Musashi no era algo<br />

que se encontrara a menudo en los seres humanos.<br />

—¿Y tú quién eres? —le preguntó secamente Musashi.<br />

—Pues yo..., yo...<br />

—Deja <strong>de</strong> tartamu<strong>de</strong>ar. ¿Quién eres?<br />

—Yo... pertenezco a <strong>la</strong> casa <strong>de</strong>l señor Karasumaru Mitsuhiro.<br />

—Soy Miyamoto Musashi, en efecto, pero dime, ¿qué hace<br />

aquí y en plena noche un servidor <strong>de</strong>l señor Karasumaru?<br />

—¡Entonces eres Musashi! —exc<strong>la</strong>mó el hombre, y exhaló<br />

un suspiro <strong>de</strong> alivio.<br />

Al cabo <strong>de</strong> un instante, echó a correr cuesta abajo, <strong>la</strong> antorcha<br />

trazando una este<strong>la</strong> luminosa a su espalda. Musashi se volvió<br />

y prosiguió su camino a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>la</strong><strong>de</strong>ra.<br />

Cuando el samurai llegó a <strong>la</strong>s proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Ginkakuji,<br />

se puso a gritar:<br />

—¡Kura! ¿Dón<strong>de</strong> estás?<br />

—Estamos aquí. ¿Dón<strong>de</strong> estás tú? —No era <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> Kura,<br />

otro servidor <strong>de</strong> Karasumaru, sino <strong>la</strong> <strong>de</strong> Jótaró.<br />

—¿Eres tú, Jotaró?<br />

-¡Sí!<br />

—¡Sube aquí en seguida!<br />

—Imposible. Otsü no pue<strong>de</strong> dar un solo paso más.<br />

<strong>El</strong> samurai soltó un juramento entre dientes y alzó todavía<br />

más <strong>la</strong> voz:<br />

—¡Venid en seguida! ¡He encontrado a Musashi! ¡Si no os<br />

dais prisa, le per<strong>de</strong>remos!<br />

Jotaró y Otsü se encontraban a unos doscientos metros sen<strong>de</strong>ro<br />

abajo. Transcurrió algún tiempo antes <strong>de</strong> que sus dos <strong>la</strong>rgas<br />

sombras, que parecían en<strong>la</strong>zadas, llegaran renqueantes al<br />

<strong>la</strong>do <strong>de</strong>l samurai. Éste agitó su antorcha para apresurarles y<br />

unos instantes <strong>de</strong>spués él mismo oyó <strong>la</strong> respiración trabajosa<br />

222

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!