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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

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precipitan ya condensados, un autor puede añadir que esto ocurre de la<br />

misma forma que la lluvia, o que esto se comprueba al contemplar la<br />

lluvia, o puede superponer ambas ideas. Así puede Lope de Barrientos<br />

ilustrar su información fisiológica con símiles meteorológicos y cón el<br />

texto aristotélico Nfereorológicos. Esta tendencia conduce a consolidar la<br />

identificación entre el universo y el hombre. II hombre y el Cosmos<br />

comparten unas mismas leyes de la naturaleza y unos mismos<br />

materiales constituyentes. La descripción de la fisiología se cimenta en la<br />

visión de sustancias que combinadas en distintas proporciones dan lugat-<br />

a diferentes cuerpos y órganos.<br />

Si bien la plenitud hubiera debido de manifestarse como<br />

equilibrio de los cuatro componentes (ya que un ser aspiraría<br />

lógicamente a esa armonía), la experiencia demostraba que ni el ideal se<br />

materializaba en ningún caso, ni el predominio visible de uno de los<br />

cuatro humores implicaba necesariamente enfermedadls. Según se<br />

asumía la imposibilidad de un equilibrio perfecto (una salud perfecta<br />

inencontrable en la realidad), el sistema de los cuatro humores<br />

evolucionó hacia el de los cuatro temperamentos: se aceptaba el<br />

predominio de uno u otro humor que determinaba la constitución<br />

genel-al de los individuos:<br />

Y por lo tanto había que conceder que de hecho solía ser un predominio de<br />

uno u otro humor lo que determinaba la constitución de cada hombre, y que este<br />

individuo, aunque predispuesto a ciertas enfermedades muy concretas,<br />

normalmente parecía bastante sano. Las palabras "flemático" y demás vinieron<br />

a aplicarse a aspectos peculiares, pero (dentro de los límites de esa peculiaridad)<br />

15A1 pitagórico Filolao (siglo V a. d. C.) se atribuye el haber explicado la<br />

enfermedad como un desequilibrio entre los elementos que forman los humores.<br />

Isidore of Se^^rlle: the medical writings, trad. Introd. y com. William D. Sharpe.<br />

Philadelphia, The American Philosophical Society, 19G4. Introd. p. 23.<br />

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