Memoria detallada del - Jefatura de Gabinete de Ministros

Debimos corregir rápidamente el desorden del Registro de Precursores Químicos así
como la idea de que corresponde a la SECRETARIA realizar campañas masivas de
dudosa efectividad y de niveles de gasto preocupantes que caracterizaron a varias
de las gestiones anteriores, de menor capacidad técnica en el área. Debimos
complementar esfuerzos con los apoyos de las representaciones diplomáticas en el
país, en especial con la DEA.
Retomamos en forma activa la relación protagónica con el conjunto de las ONGs
prestadoras de servicios asistenciales y preventivos para las que establecimos
auditorías basadas en el funcionamiento y el desarrollo programático más que en las
condiciones edilicias.
En nuestro accionar la capacitación fue el eje de un replanteo conceptual basado no
en la especulación abstracta sino en la experiencia concreta. Y las puertas de la
capacitación fueron abiertas permanentemente tanto en el nivel de su frecuencia
como en una convocatoria amplia y sin exclusiones.
La SECRETARIA fue siendo conducida a un accionar conjunto mediante la
constante invitación a participar en los proyectos, acciones y convocatorias a todo el
personal y a todas las instituciones del área.
Los diez meses transcurridos y lo que queda por recorrer han sido de una gran
diversidad creativa, interactuando con otras Secretarías como es el caso de Salud,
Educación, Turismo y Deporte, y Cultura, en el ámbito nacional, y con las
representaciones provinciales que han sido convocadas a reuniones regionales
como base de su mejor cohesión y aprovechamiento de recursos. Se ha promovido
y facilitado a las provincias su participación en actividades centralizadas en la
SEDRONAR, así como en la reproducción regional de cursos de capacitación
locales.
Algunas de las políticas principales del campo de las adicciones deben ser definidas
como Políticas de Estado ya que la ausencia o precariedad de su desarrollo
debilitaría a la Nación. Esto se aplica al caso del control en las fronteras, que debe
volverse área de mayor eficiencia, capacitación y refuerzo de agentes mediante una
Política de Fronteras compartida por las diferentes jurisdicciones.
Lo mismo ocurre con el tema del lavado de dinero, cuya incumbencia en cuanto a
fijación de políticas correspondió siempre a esta SECRETARIA siendo la
delimitación de responsabilidades específicas tema de un acuerdo en desarrollo con
las autoridades de la Unidad de Información Financiera (UIF).
Propendemos entonces a una Secretaría que conserve la complejidad y las ventajas
de su accionar unitario, que pueda estructurar acciones regionales de capacitación
en temas específicos a través del Consejo Federal de Drogas, obteniendo así un
fortalecimiento de la estructura nacional con el apoyo a las coordinaciones
regionales que deberán acceder a un mayor protagonismo.
Tendemos también a apoyar el desarrollo del Observatorio Argentino de Drogas,
cuyas bases están siendo solidificadas pero que requiere un impulso importante
para su estructuración.
Estos dos puntos son motivo de consultas a organismos internacionales destinados
a proveer un financiamiento adecuado al logro de estos objetivos.