Memorias VII Congreso Internacional 2017

INTRODUCCIÓN
Las autoridades fiscales con el fin de recaudar ingresos provenientes de las
personas mexicanas y residentes en México, han tenido que adoptar diversas
medidas para asegurar que estas contribuyan al gasto público.
Uno de los principales problemas que enfrenta el país es la evasión fiscal, que
consiste en ocultar ingresos con el fin de pagar menos impuestos, a pesar de los
avances tecnológicos que tiene el Servicio de Administración Tributaria, (SAT)
como son el padrón de contribuyentes, la facturación electrónica, el timbrado de
las nóminas, las transferencias, tarjetas de crédito, máquinas de comprobación
fiscal, contabilidad electrónica, entre otras, no ha logrado combatir la evasión por
completo, puesto que el efectivo sigue siendo un instrumento de pago, que por sí
solo, no es rastreable por la autoridad, por lo que cada vez limita más su uso, para
obligar a los que se encuentran en el padrón de contribuyentes a no utilizarlo o
tratar de hacerlo por medios comprobables. A lo largo de los últimos 10 años la
autoridad fiscal ha tomado medidas para tratar que los contribuyentes utilicen
menos efectivo, ya que este medio de pago resulta poco rastreable, y se dificulta
transparentar su origen y aplicación.
Antecedentes
A lo largo de los últimos 10 años la autoridad fiscal ha tomado medidas para tratar
que los contribuyentes utilicen menos efectivo, ya que este medio de pago resulta
poco rastreable, y se dificulta transparentar su origen y aplicación. A continuación,
se presenta un resumen de estas medidas.
En 1997 se establece la obligación de las instituciones de crédito de informar a la
Secretaría de Hacienda las operaciones sospechosas relevantes, inusuales o
preocupantes, iguales o superiores a 10 mil dólares. A partir de 2006, los
fedatarios públicos deben informar mensualmente sobre operaciones de personas
no inscritas ante el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y se reforma el