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Propedeutica y Semiologia tomo I

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CAPÍTULO 32<br />

SÍNDROMES DEL SISTEMA OSTEOMIOARTICULAR<br />

fuerza muscular en la zona posterior de la pierna, lo que<br />

impide al paciente mantenerse de puntillas sobre el lado<br />

de la ciática, esto constituye el signo de la punta.<br />

En ambos casos el dolor es variable en intensidad, pero<br />

existen ocasiones en que resulta insoportable y causa insomnio<br />

total (ciática hiperalgésica). El reposo en cama<br />

lo calma, aunque los primeros días de permanencia en<br />

decúbito sean penosos. La elevación de la extremidad inferior<br />

en extensión con el enfermo acostado, cesa rápidamente<br />

debido a exacerbación del dolor; es el denominado<br />

signo de Lasègue.<br />

En la exploración de la columna se observa cierto grado<br />

de rigidez con adopción de posiciones antálgicas similares<br />

a la de la sacrolumbalgia aguda. Esta actitud<br />

antálgica es irreducible, cualquier movimiento para impedirla<br />

provoca intensificación del dolor. La presión en<br />

la región paraespinosa de L4 a S1 de acuerdo con el tipo<br />

de ciática en particular de que se trate, produce irradiación<br />

del dolor hacia la extremidad inferior siguiendo el<br />

trayecto correspondiente y ya descrito que constituye el<br />

signo del timbre de Seze.<br />

El examen radiográfico puede ser normal aunque a<br />

veces se aprecian alteraciones similares a las descritas<br />

para la sacrolumbalgia.<br />

La evolución es generalmente rápida y el cuadro desaparece<br />

en pocas semanas. En ocasiones la ciatalgia es<br />

rebelde a todo tratamiento y cuando persiste por tres o<br />

más meses se requiere considerar la posibilidad de tratamiento<br />

quirúrgico.<br />

SÍNDROME COMPARTIMENTAL<br />

El síndrome compartimental se produce cuando se<br />

acumula líquido a alta presión dentro de un espacio cerrado<br />

por fascias (compartimiento muscular), disminuyendo<br />

la perfusión capilar por debajo del nivel necesario<br />

para la viabilidad de los tejidos.<br />

Las causas principales del síndrome compartimental<br />

son tres:<br />

– Aumento de la acumulación de líquido.<br />

– Disminución del volumen.<br />

– Constricción del compartimiento y limitación de la expansión<br />

del volumen, secundaria a una compresión externa.<br />

Aunque el síndrome compartimental se desarrolla con<br />

mayor frecuencia en los cuatro compartimientos de la pierna,<br />

también puede ocurrir en el antebrazo, la mano, el brazo,<br />

el hombro, el pie, el muslo, los glúteos y la espalda.<br />

Estos síndromes son poco diagnosticados y por eso<br />

nos vemos obligados a realizar una pequeña introducción<br />

para su mejor comprensión, refiriéndonos a la pierna<br />

donde son más frecuentes.<br />

La fascia del muslo, fascia lata, se continúa en la pierna<br />

donde se denomina fascia de la pierna o crural.<br />

Extensiones profundas de esta fascia forman los tabiques:<br />

intermuscular anterior, intermuscular posterior e<br />

intermuscular transverso. Estos tabiques y la membrana<br />

interósea (tibia-peroné), conforman los denominados<br />

compartimientos de la pierna.<br />

Ellos son:<br />

– Compartimiento anterior.<br />

– Compartimiento lateral.<br />

– Compartimiento posterior profundo.<br />

– Compartimiento posterior superficial.<br />

Cada compartimiento aloja determinados músculos,<br />

ramas arteriales y venosas y nervios:<br />

1. Compartimiento anterior, músculos extensores: tibial<br />

anterior, extensor del dedo gordo, extensor largo de<br />

los dedos y tercer peroneo, que extienden los dedos y<br />

flexionan dorsalmente el pie; arterias y venas tibiales<br />

anteriores y nervio peroneo profundo.<br />

2. Compartimiento lateral, músculos peroneos y nervio<br />

peroneo superficial.<br />

3. Compartimiento posterior profundo, músculos flexores<br />

profundos: flexor largo de los dedos, tibial posterior,<br />

flexor largo del dedo gordo, poplíteo, arterias y<br />

venas tibiales posteriores, arteria peronea y nervio<br />

tibial.<br />

4. Compartimiento posterior superficial, músculos<br />

flexores superficiales, soleo, gemelos (gastrocnemios),<br />

arterias, venas y nervios, ramas de las anteriormente<br />

señaladas.<br />

Puede comprenderse mejor ahora por qué se producen<br />

diferentes síndromes en forma aguda o crónica en cualquiera<br />

de los compartimientos, en este caso de las piernas.<br />

SÍNDROME COMPARTIMENTAL AGUDO<br />

Sindromografía<br />

Clínica<br />

El síntoma más importante en un síndrome compartimental<br />

inminente, es un dolor desproporcionado en relación<br />

con la lesión inicial. Sin embargo el dolor puede<br />

estar ausente si también existe algún trastorno del sistema<br />

nervioso central o periférico.<br />

Para recordar los síntomas iniciales es útil emplear la<br />

regla de las seis P del síndrome compartimental:<br />

1. Presión (Pressure). Es el hallazgo más precoz en un<br />

compartimiento tumefacto y tenso a la palpación.<br />

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