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Propedeutica y Semiologia tomo I

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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA<br />

SECCIÓN II<br />

la región que se va a explorar, se le pide a la persona<br />

que vuelva la cabeza hacia el lado contrario, no solo<br />

para una mejor exposición del área explorada, sino para<br />

evitar el aire de la espiración sobre el examinador, con<br />

posible riesgo de contaminación de enfermedades<br />

trasmisibles por esta vía.<br />

Para examinar la región posterior se sienta al paciente<br />

en la cama con la cooperación de un ayudante, que lo va<br />

a sostener mientras hacemos el proceder. De paso,<br />

auscultamos las regiones laterales.<br />

Si la postración del paciente es muy marcada, si se<br />

encuentra en decúbito pasivo, o si no tenemos un ayudante,<br />

la región posterior se auscultará colocando al paciente,<br />

primero en decúbito lateral izquierdo y después<br />

en el derecho, para hacer la auscultación del lado derecho<br />

y del lado izquierdo, respectivamente. Otra opción,<br />

cuando son imposibles las anteriores, es deslizar el receptor<br />

del estetóscopo por debajo del enfermo.<br />

En la Sección I también explicamos los ruidos respiratorios<br />

normales, incluyendo los principales elementos<br />

del murmullo vesicular como son: la intensidad, el tono,<br />

el timbre y el ritmo.<br />

Luego de precisar bien estos detalles durante la auscultación<br />

se debe ir a la identificación de los ruidos adventicios,<br />

tales como los estertores.<br />

Nunca será completo el examen si no se ausculta al<br />

sujeto examinado mientras habla (voz natural y cuchicheada)<br />

y después, de la tos inducida (para diferenciar<br />

los estertores de desplegamiento, otros ruidos adventicios<br />

y los soplos pulmonares, que no se habían percibido<br />

en la auscultación previa).<br />

Se recomienda incluso, uno o dos golpes de tos al final<br />

de la espiración, pues son muy útiles para poner en<br />

evidencia estos ruidos adventicios y los soplos pulmonares<br />

que no se habían percibido previamente.<br />

El empleo de la tos es muy valioso en áreas sospechosas<br />

de alteración o de dudosa auscultación. Con ella desaparecen<br />

los denominados estertores de desplegamiento.<br />

Un factor muy importante es la auscultación periódica<br />

del paciente. De esta manera, signos que no habían sido<br />

detectados en exámenes anteriores, porque no se manifestaban<br />

o habían pasado inadvertidos, pueden ser<br />

percibidos. También, otros que ya habían sido escuchados<br />

pueden desaparecer o modificarse, lo cual puede tener<br />

implicaciones diagnósticas y pronósticas.<br />

Finalmente, es oportuno e importante que el principiante<br />

sepa que existen tres requisitos o leyes, según<br />

Ameuille, para que las afecciones pulmonares tengan traducción<br />

estetoacústicas y por ende, permitan un diagnóstico<br />

auscultatorio. Ellas son las siguientes:<br />

1. Ley del volumen mínimo: que las lesiones tengan un<br />

volumen suficiente.<br />

2. Ley de la profundidad mínima: que las lesiones sean<br />

lo suficientemente superficiales.<br />

3. Ley de la trasmisión: que las lesiones se encuentren en<br />

una región explorable.<br />

El no conocer, olvidar o desestimar estas leyes pueden<br />

llenarnos de perplejidad y desaliento frente a algunos<br />

casos, que hacen necesario el auxilio de exámenes complementarios,<br />

en particular imagenológicos, para su diagnóstico.<br />

Queda claro pues, que a pesar de su enorme valor diagnóstico,<br />

la auscultación del aparato respiratorio puede<br />

tener sus limitaciones, pero no puede ser sustituida con<br />

la imagenología, a la que siempre debe preceder.<br />

MODIFICACIONES PATOLÓGICAS DE LOS RUIDOS<br />

RESPIRATORIOS<br />

Antes de comenzar este tópico, es recomendable que<br />

revise los ruidos respiratorios normales y sus modificaciones<br />

fisiológicas (soplo glótico, murmullo vesicular y<br />

respiración broncovesicular) descritas en la Sección I, en<br />

el Capítulo 9.<br />

Semiogénesis y semiodiagnóstico<br />

– Modificaciones patológicas de la intensidad.<br />

– Modificaciones patológicas del tono.<br />

– Modificaciones patológicas del timbre.<br />

– Modificaciones patológicas del ritmo.<br />

Modificaciones patológicas de la intensidad<br />

La intensidad del murmullo vesicular puede ser de tres<br />

tipos:<br />

1. Respiración fuerte (exagerada, pueril o suplementaria).<br />

2. Respiración débil.<br />

3. Respiración nula.<br />

Respiración fuerte. En ella hay un aumento de la intensidad<br />

sin modificación del tono y el timbre. Refleja la<br />

sobreactividad funcional del pulmón cercano a la zona<br />

enferma o bien la suplencia funcional de un pulmón cuando<br />

el otro está afectado.<br />

Aparece en:<br />

Condensaciones: en neumonía, tuberculosis, tumores;<br />

la respiración se oye en las zonas vecinas no afectadas.<br />

Derrames pleurales: en este caso se oye en la región<br />

infraclavicular acompañando al escodismo y al aumento<br />

de vibraciones en los derrames de mediano calibre,<br />

o bien, en el otro lado, en los grandes derrames. Cuando<br />

esta respiración se presenta con timbre rudo, es signo<br />

de una condensación comenzante.<br />

Respiración débil. En este caso hay una disminución de<br />

la intensidad y su mayor importancia la adquiere cuando<br />

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