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Propedeutica y Semiologia tomo I

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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA<br />

SECCIÓN II<br />

EXPECTORACIÓN<br />

Concepto<br />

Es la expulsión a través de la boca y por intermedio de<br />

la tos de las secreciones acumuladas en el árbol respiratorio.<br />

La expectoración puede presentar características muy<br />

particulares en determinadas afecciones de las vías respiratorias<br />

y constituyen un valioso auxiliar del diagnóstico,<br />

en estos casos, por ejemplo, los esputos herrumbrosos<br />

en la neumonía.<br />

La expectoración está integrada por distintos componentes:<br />

productos resultantes de las necrosis, sangre, pus,<br />

caseum y, como diluente común de los mismos, la<br />

hipersecreción de las glándulas mucosas de revestimiento<br />

traqueobronquial.<br />

Semiografía y semiodiagnóstico<br />

Las características más importantes de la expectoración,<br />

son:<br />

– Cantidad o abundancia.<br />

– Viscosidad o consistencia.<br />

– Color y transparencia.<br />

– Olor y sabor subjetivo.<br />

La cantidad de expectoración depende de la naturaleza<br />

de las lesiones pulmonares, así como de la fuerza de la<br />

tos del paciente. Siendo un síntoma pronóstico de gravedad<br />

la suspensión de la expectoración en un enfermo caquéctico<br />

o debilitado, pues, expresa el grado de agotamiento<br />

del paciente.<br />

En los inicios de los cuadros pulmonares puede ser<br />

escasa la cantidad de esputos y aun en determinadas afecciones<br />

como la pleuritis estar totalmente ausente, pero<br />

según progresa la afección, el proceso asociado, generalmente<br />

inflamatorio, provoca un gran aumento de expectoración<br />

que en algunas enfermedades sufre modificaciones<br />

en el día, pudiéndose hablar de horario como ocurre<br />

en las bronquiectasias, en los grandes abscesos y en las<br />

cavidades tuberculosas, en las que se refiere abundante<br />

expectoración matutina provocada por el cambio de posición<br />

del paciente al levantarse y realizar la limpieza del<br />

bronquio.<br />

La viscosidad o consistencia del esputo depende de la<br />

cantidad de agua, mucus y detritus que contenga, siendo<br />

en ocasiones muy adherente, como en la neumonía y el<br />

asma bronquial; en otras con gran componente necrótico<br />

(esputos purulentos), como en la grangrena y el absceso<br />

pulmonares; o bien resultando extraordinariamente fluidos,<br />

como se observa en el edema agudo del pulmón.<br />

El color y la transparencia dependen de la cantidad de<br />

pigmentos hemoglobínicos o biliares, de las sustancias extrañas<br />

y del material de solución: serosidad, mucus, exudados<br />

albuminosos, etc. Así, podemos observar, en el examen directo<br />

del esputo, las variantes provocadas por las diluciones<br />

de hemoglobina, o sea: herrumbroso, en jalea de grosellas,<br />

vinoso, rojo oscuro o achocolatado, todos ellos producto de<br />

afecciones tan distintas como la neumonía, la tuberculosis<br />

pulmonar, el carcinoma bronquial o el absceso hepático<br />

amebiano, lo que refleja que la lesión existente ha afectado<br />

vasos sanguíneos provocando una congestión vascular pasiva<br />

capaz de dar lugar desde extravasaciones de sangre hasta<br />

pequeñas hemorragias. Aun más corriente resulta observar<br />

esputos de color verde, o amarillo verdoso producto de<br />

supuraciones bacterianas por cocos o bacterias tuberculosas.<br />

En ocasiones el hallazgo de una expectoración negruzca nos<br />

obliga a pensar en antracosis pulmonar. Todo lo anterior<br />

abunda en el sentido del valor que debe dársele a la coloración<br />

del esputo.<br />

El olor, aunque no de gran importancia, a veces tiene<br />

valor diagnóstico como ocurre en algunas micosis<br />

pulmonares en que se aprecia un olor a levadura característico.<br />

También en las bronquiectasias supuradas o en<br />

los abscesos pútridos o gangrenosos puede captarse de<br />

las vómicas que presentan estos pacientes, olores extraordinariamente<br />

fétidos que permiten asegurar la presencia<br />

de gérmenes anaeróbicos.<br />

El sabor no suele tener trascendencia excepto cuando<br />

el paciente señala gusto a sangre, síntoma previo muchas<br />

veces a la aparición de esputos hemoptoicos; otras veces<br />

señala un sabor salobre en el quiste hidatídico y algo soso,<br />

nauseabundo, en la tuberculosis cavitaria. Algunos diabéticos<br />

señalan notar sabor azucarado en la expectoración<br />

durante las crisis hiperglicémicas.<br />

Los tipos de expectoración se agrupan en la forma siguiente:<br />

– Mucosa.<br />

– Mucopurulenta.<br />

– Purulenta.<br />

– Serosa.<br />

– Sanguinolenta.<br />

Mucosa. Aspecto transparente, incolora y con numerosas<br />

burbujas de aire; suele observarse en las bronquitis<br />

catarrales y en el asma bronquial.<br />

Mucopurulenta. Constituida por acumulaciones de<br />

mucopus, que se individualizan en forma de masas homogéneas<br />

en las escupideras, por lo que también se les<br />

llama “esputos numulares”; son de coloración blanco amarillenta<br />

o ligeramente verdosa, comunes en las etapas finales<br />

de los cuadros de bronquitis catarral, en las dilataciones<br />

bronquiales secundariamente infectadas y en la<br />

tuberculosis pulmonar.<br />

Purulenta. Coloración amarilla verdosa, opaca, más o<br />

menos líquida, inodora o muy fétida; refleja un proceso<br />

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