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Propedeutica y Semiologia tomo I

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CAPÍTULO 46 SISTEMA VASCULAR PERIFÉRICO. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA CLÍNICAS. DATOS ...<br />

mienza como el resultado de una detención circulatoria,<br />

sino cuando los músculos han realizado algún trabajo en<br />

condiciones de insuficiencia circulatoria. Por lo demás, el<br />

dolor desaparece rápidamente cuando los metabolitos que<br />

lo producen y que han sido acumulados en el músculo se<br />

dispersan, una vez que ha retornado el aporte de sangre<br />

oxigenada a estos elementos musculares.<br />

Neal reportó algunas observaciones interesantes valiéndose<br />

del uso de la arteriografía inmediatamente después<br />

de producidos los calambres por el ejercicio. Comprobó<br />

que el dolor y la claudicación intermitente no se<br />

deben al espasmo arterial y, en cierto modo, confirmó las<br />

ideas de Lewis. Según él, la explicación real sería que<br />

existe un trastorno metabólico o cambios bioquímicos en<br />

la propia nutrición de los músculos.<br />

Semiodiagnóstico<br />

Se observa en la aterosclerosis obliterante en sus primeros<br />

tiempos y en la tromboangiitis obliterante de<br />

Buerger.<br />

Calambre de reposo<br />

Concepto y semiografía<br />

La claudicación que ocurre en el reposo es un síntoma<br />

bastante corriente. Los pacientes manifiestan que ellos<br />

son despertados en la noche por un dolor de tipo de calambre<br />

en la pierna, que se alivia cuando se levantan del<br />

lecho, caminan o se dan masajes en la parte afectada. Es<br />

muy interesante resaltar con cuánta frecuencia los propios<br />

pacientes olvidan este síntoma, a tal punto, que no<br />

suelen manifestarlo voluntariamente sino cuando se les<br />

hace una pregunta directa en tal sentido.<br />

Semiogénesis o fisiopatología y semiodiagnóstico<br />

El calambre de reposo es un síntoma particularmente<br />

notorio en los pacientes con aterosclerosis obliterante. Por<br />

lo demás, el calambre nocturno puede ocurrir en las diabetes<br />

severas, especialmente del tipo juvenil con marcada<br />

alteración de la tolerancia a los carbohidratos y donde<br />

los pacientes excretan grandes cantidades de glucosa en<br />

la orina. Se conoce entonces con el nombre de signo de<br />

Unschuld. Es posible que este fenómeno sea el resultado<br />

de la irritabilidad muscular a causa de la disminución del<br />

glucógeno muscular. Este trastorno puede ocurrir varias<br />

veces en la noche en los casos de diabetes severa y desaparece<br />

de inmediato después de la administración de una<br />

dieta rica en carbohidratos conjuntamente con insulina.<br />

Los pacientes varicosos y con edemas de estasis, y las<br />

mujeres embarazadas, en especial en los últimos meses,<br />

pueden padecer de calambres nocturnos; estos también pueden<br />

estar presentes en pacientes que sufren de deficiencia<br />

de ácido nicotínico, como en la pelagra, y en pacientes con<br />

hipoparatiroidismo, en este último caso, como consecuencia<br />

de la hipocalcemia característica de la enfermedad.<br />

DOLOR<br />

En los trastornos de la circulación periférica el dolor<br />

puede estar ligado a:<br />

1. Trastornos venosos.<br />

2. Trastornos arteriales.<br />

3. Trastornos nerviosos (neuritis isquémica).<br />

Este dolor debe ser diferenciado de las otras neuritis,<br />

de las artritis y de las condiciones mecánicas ortopédicas.<br />

Semiografía<br />

El dolor de las extremidades en los trastornos vasculares<br />

puede variar en intensidad desde aquellos tolerables<br />

hasta los de tipo agudo, “excrusiantes” (desgarradores).<br />

Usualmente es intensificado por el ejercicio,<br />

pero existen condiciones en que el dolor puede ser<br />

intenso, aun durante el reposo.<br />

Semiogénesis y semiodiagnóstico<br />

No es una cuestión simple el tratar de explicar el mecanismo<br />

del dolor. Sabemos que está asociado a trastornos<br />

vasculares y, sin embargo, puede ser insignificante<br />

en algunos pacientes que tienen avanzados cambios patológicos<br />

en las paredes de sus vasos. Por el contrario,<br />

pueden observarse pacientes con pequeñas úlceras, frecuentemente<br />

vistas en la aterosclerosis, que tienen agudos<br />

dolores. Por otro lado, pueden observarse casos con<br />

gangrena muy extensa donde el dolor es tolerable o el<br />

paciente puede sufrir solo ligeramente; esto se observa<br />

sobre todo en los casos de gangrena diabética. En la<br />

siringomielia, los pacientes pueden tener úlceras extensas<br />

de tipo trófico con una significativa falta de dolor.<br />

En la tromboangiitis obliterante el dolor es un hallazgo<br />

muy importante; está casi invariablemente presente y<br />

a menudo es un síntoma precoz en este grupo de pacientes;<br />

probablemente tenemos una combinación de influencias<br />

para producir el síntoma, de manera que no existen<br />

solamente cambios definitivos en las arterias y venas, sino<br />

que los nervios que acompañan a las estructuras vasculares<br />

también se encuentran afectados.<br />

Priestly demostró la presencia de degeneración<br />

waleriana en los nervios de estos pacientes y mostró que<br />

dichos cambios se debían a la interferencia del aporte<br />

sanguíneo a estas estructuras nerviosas. Aunque la neuritis<br />

periférica es una complicación frecuente de la diabetes,<br />

probablemente asociada a una deficiencia de vitamina<br />

B l<br />

, existe una forma de neuritis específicamente<br />

relacionada con la aterosclerosis obliterante y que suele<br />

ocurrir ocasionalmente en una extremidad afectada por<br />

la insuficiencia circulatoria.<br />

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