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ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

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−¿Aunque eso te mate? ¿Aunque venga la flota?<br />

−Si todo el mundo puede marcharse, entonces me marcharé. Pero seré yo quien apague las luces y<br />

cierre la puerta.<br />

Ella corrió hacia él, lo besó en la mejilla y lo abrazó, sólo por un instante. Luego salió y Ender se<br />

quedó solo una vez más.<br />

Se había equivocado con Novinha, pensó. No estaba ce<strong>los</strong>a de Valentine. Era de Jane. "Todos estos<br />

años me ha visto hablar en silencio con Jane, todo el tiempo, diciendo cosas que ella nunca podía<br />

oír, oyendo cosas que ella nunca podía transmitir. He perdido su confianza en mí y ni siquiera me di<br />

cuenta de que la estaba perdiendo."<br />

Incluso ahora, debía de estar subvocalizando. Debía de estar hablando con Jane por un hábito tan<br />

profundo que ni siquiera sabía que lo estaba haciendo, porque ella le respondió.<br />

−Te lo advertí−dijo.<br />

"Supongo que sí", contestó Ender en silencio.<br />

−Nunca crees que entiendo a <strong>los</strong> seres humanos.<br />

"Supongo que estás aprendiendo."<br />

−Ella tiene razón, ¿sabes? Eres mi marioneta. Te manipulo constantemente. Hace años que no<br />

tienes un pensamiento propio.<br />

−Cállate −susurró él−. No estoy de humor.<br />

−Ender, si crees que te ayudaría a no perder a Novinha, quítate la joya de la oreja. A mí no me<br />

importaría.<br />

−Pero a mí sí.<br />

−Te estaba mintiendo, a mí también me importaría. Pero si tienes que hacerlo, para conservarla,<br />

hazlo.<br />

−Gracias. Pero sería una tontería intentar conservar a alguien a quien ya he perdido claramente.<br />

−Cuando vuelva Quim, todo se arreglará.<br />

"Eso es −pensó Ender−. Eso es."<br />

"Por favor, Dios, cuida del padre Esteváo."<br />

Sabían que el padre Esteváo se acercaba. Los pequeninos lo sabían siempre. Los padres−árbol se lo<br />

contaban todo unos a otros. No había secretos. No es que lo quisieran así. Podría existir un<br />

padre−árbol que quisiera guardar un secreto o decir una mentira. Pero no podían hacerlo so<strong>los</strong>

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