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ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

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tan devastador, que sólo podía tratarse del virus de la descolada.<br />

Ela y Novinha se sentirían decepcionadas: habían depositado muchas esperanzas en este cultivo de<br />

patata. Ela, la hija adoptiva de Ender, había estado trabajando en un gen que haría que cada célula<br />

del organismo produjera tres productos químicos distintos, cuya acción inhibía o mataba al virus de<br />

la descolada. Novinha, su esposa, había estado trabajando en un gen que haría que <strong>los</strong> núcleos de<br />

las células fueran impermeables a cualquier molécula mayor que un décimo del tamaño de la<br />

descolada. Con este cultivo de patata, habían introducido ambos genes, y cuando las primeras<br />

pruebas demostraron que las dos tendencias habían cuajado, Ender llevó las semillas a la granja<br />

experimental y las plantó. Junto con sus ayudantes, las nutrió durante las últimas seis semanas.<br />

Todo parecía ir bien.<br />

Si la técnica hubiera funcionado, podría haberse adaptado para todas las plantas y animales de <strong>los</strong><br />

que dependían para vivir <strong>los</strong> humanos de Lusitania. Pero el virus de la descolada fue más listo:<br />

descubrió sus estratagemas. Con todo, seis semanas era mejor que <strong>los</strong> dos o tres días de rigor. Tal<br />

vez estaban en el buen camino.<br />

O tal vez las cosas habían ido ya demasiado lejos. Cuando Ender llegó a Lusitania, <strong>los</strong> nuevos<br />

cultivos de plantas y animales terrestres podían durar hasta veinte años antes de que la descolada<br />

decodificara sus moléculas genéticas y las rompiera. Pero durante <strong>los</strong> últimos años al parecer el<br />

virus había hecho un avance que le permitía decodificar cualquier molécula genética de la Tierra en<br />

cuestión de días, o incluso en horas.<br />

Últimamente, lo único que permitía a <strong>los</strong> colonos humanos cultivar sus plantas y criar a sus<br />

animales era un pulverizador que resultaba inmediatamente fatal para el virus de la descolada.<br />

Había colonos humanos que querían rociar todo el planeta y acabar con el virus de una vez por<br />

todas.<br />

Fumigar un planeta entero resultaba poco práctico, pero no era Imposible: había otras razones para<br />

rechazar esta opción. Todas las formas de vida nativa dependían absolutamente de la descolada para<br />

reproducirse. Eso incluía a <strong>los</strong> cerdis, <strong>los</strong> pequeninos, <strong>los</strong> nativos inteligentes de este mundo, cuyo<br />

ciclo reproductivo estaba inextricablemente vinculado a la única especie nativa de árbol. Si el virus<br />

de la descolada fuera destruido, esta generación de pequeninos se convertiría en la última. Sería<br />

xenocidio.<br />

Hasta el momento, la idea de hacer algo que pudiera aniquilar a <strong>los</strong> cerdis sería rechazada<br />

inmediatamente por la mayoría de <strong>los</strong> habitantes de Milagro, el pueblo de <strong>los</strong> humanos. De<br />

momento. Pero Ender sabía que muchas opiniones podían cambiar si se conocieran unos cuantos<br />

hechos más. Por ejemplo, sólo un puñado de personas sabía que la descolada se había adaptado ya<br />

dos veces al producto químico que usaban para matarla. Ela y Novinha habían desarrollado varias<br />

versiones del producto, de forma que la siguiente ocasión que la descolada se adaptara a un viricida<br />

pudieran pasar inmediatamente a otro. Del mismo modo, habían tenido que cambiar en una ocasión<br />

el inhibidor de la descolada, cuyo efecto impedía que <strong>los</strong> seres humanos murieran por <strong>los</strong> virus de la<br />

descolada que habitaban en cada humano de la colonia. El inhibidor se añadía a todos <strong>los</strong> alimentos<br />

de la colonia, de forma que cada humano lo ingería con su comida.<br />

Sin embargo, todos <strong>los</strong> inhibidores y viricidas funcionaban sobre <strong>los</strong> mismos principios básicos.<br />

Algún día, al igual que había aprendido a adaptarse a <strong>los</strong> genes terrestres en general, la descolada<br />

aprendería también a manejar cada clase de productos químicos, y entonces no importaría cuántas<br />

versiones tuvieran: la descolada agotaría sus recursos en cuestión de días.

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