27.03.2013 Views

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

−La única que considero con un mínimo de posibilidad. Al menos sabemos que algo en el universo<br />

se mueve más rápido que la luz: la información se pasa de un ansible a otro por el rayo filótico sin<br />

que se detecte el paso del tiempo. Un joven físico de Lusitania, que está en la cárcel en estos<br />

momentos, se pasa <strong>los</strong> días y las noches trabajando en este problema. Ejecuto para él todos <strong>los</strong><br />

cálcu<strong>los</strong> y simulaciones. En este mismo instante está probando una hipótesis sobre la naturaleza de<br />

<strong>los</strong> filotes usando un modelo tan complejo que para ejecutar el programa estoy robando tiempo de<br />

<strong>los</strong> ordenadores de casi un millar de universidades diferentes. Existe una esperanza.<br />

−La habrá mientras tú vivas −dijo Wang−mu−. ¿Quién se encargará de esos grandes experimentos<br />

cuando tú ya no estés?<br />

−Por eso hay tanta prisa −contestó Jane.<br />

−¿Para qué me necesitas? −preguntó el Maestro Han−. No soy físico ni tengo ninguna esperanza de<br />

aprender suficiente sobre el tema en <strong>los</strong> próximos meses para que sirva de algo. Si alguien puede<br />

hacer algo, es tu físico encarcelado. O tú misma.<br />

−Todo el mundo necesita un crítico imparcial para que diga: "¿Habéis pensado en esto?", o incluso:<br />

"Ya basta de ese callejón sin salida, pensad en otro sistema". Para eso te necesito. Te informaremos<br />

acerca de nuestro trabajo, y tú lo examinarás y dirás todo lo que se te ocurra. No sabemos qué<br />

observación casual podrá disparar la idea que estamos buscando.<br />

El Maestro Han asintió, admitiendo aquella posibilidad.<br />

−El segundo problema en el que estoy trabajando es aún más retorcido −dijo Jane−. Consigamos o<br />

no viajar más rápido que la luz, algunos pequeninos tendrán naves estelares y podrán abandonar<br />

Lusitania. El problema es que llevan en su interior el virus más insidioso y terrible conocido, uno<br />

que destruye toda forma de vida que toca excepto las pocas que pueden convertirse en una especie<br />

deformada de vida simbiótica que depende por completo de la presencia de ese virus.<br />

−La descolada −dijo el Maestro Han−. Una de las justificaciones que se han usado a veces para que<br />

el Pequeño Doctor acompañara a la flota.<br />

−Y puede que en efecto sea una justificación. Desde el punto de vista de la reina colmena, es<br />

imposible elegir entre una forma de vida u otra, pero como Andrew me ha señalado frecuentemente,<br />

<strong>los</strong> seres humanos no tienen ese problema. Si hay que elegir entre la supervivencia de la humanidad<br />

y la de <strong>los</strong> pequeninos, él elegiría a la humanidad, y por su bien yo también lo haría.<br />

−Y yo −asintió el Maestro Han.<br />

−Puedes estar seguro de que <strong>los</strong> pequeninos sienten lo mismo al revés −dijo Jane−. Si no en<br />

Lusitania, entonces en algún lugar, de algún modo, se producirá una terrible guerra en la que <strong>los</strong><br />

humanos usarán el Ingenio D.M. y <strong>los</strong> pequeninos la descolada como arma biológica definitiva.<br />

Existe una buena probabilidad de que las dos especies se aniquilen. Así que siento cierta urgencia<br />

por la necesidad de encontrar un virus sustituto de la descolada, uno que ejecute todas las funciones<br />

necesarias en el ciclo vital de <strong>los</strong> pequeninos sin ninguna de sus capacidades depredadoras y<br />

autoadaptadoras. Una forma inerte y selectiva del virus.<br />

−Creía que había formas de neutralizar la descolada. ¿No toman fármacos con el agua que beben en

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!