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ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

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como lo parecían todas las personas con ojos redondos, y su cara cambiaba con cada estado de<br />

ánimo momentáneo, como si<br />

estuviera fuera de control. Sin embargo, sí había una expresión de paz en su contorno. Tal vez tenía<br />

algo de Buda en su interior. Buda, después de todo, encontró su camino en el Sendero. Tal vez este<br />

Andrew Wiggin lo había encontrado también, aunque no fuera chino.<br />

Wiggin estaba todavía formulando las preguntas que creía eran de Wang−mu.<br />

−Las probabilidades en contra de que un virus como ése suceda de forma natural son...<br />

incalculables. Mucho antes de que evolucionara un virus que pudiera enlazar las especies y<br />

controlar toda la gaialogía, las protodescoladas habrían destruido toda la vida. No hubo tiempo para<br />

la evolución: el virus es demasiado destructivo. Lo habría matado todo en su primera forma, y luego<br />

habría muerto al no tener ningún organismo que saquear.<br />

−Tal vez el saqueo vino luego −apuntó Ela−. Tal vez evolucionó en simbiosis con otras especies<br />

que se beneficiaron de su habilidad para transformar genéticamente a todos <strong>los</strong> individuos en su<br />

interior, todo en cuestión de días o semanas. Tal vez sólo se extendió más tarde a las otras especies.<br />

−Tal vez.<br />

A Wang−mu se le ocurrió una idea.<br />

−La descolada es como uno de <strong>los</strong> dioses −dijo−. Viene y cambia a todo el mundo, le guste o no.<br />

−Excepto que <strong>los</strong> dioses tienen la decencia de marcharse −intervino Wiggin.<br />

Respondió tan rápidamente que Wang−mu advirtió que Jane debía de estar transmitiendo ahora<br />

todo lo que se hacía o se decía simultáneamente a través de miles de millones de kilómetros de<br />

espacio entre el<strong>los</strong>. Por lo que Wang−mu había oído acerca del coste de <strong>los</strong> ansibles, esto sólo era<br />

posible para <strong>los</strong> militares: un negocio que intentara un enlace ansible en tiempo real pagaría<br />

suficiente dinero para proporcionar casas para todos <strong>los</strong> pobres de un planeta entero. "Y yo lo tengo<br />

gratis, gracias a Jane. Veo sus caras y el<strong>los</strong> ven la mía, incluso mientras hablan."<br />

−¿De verdad? −preguntó Ela−. Yo creía que el problema de Sendero era que <strong>los</strong> dioses no se<br />

marchan y <strong>los</strong> dejan en paz.<br />

Wang−mu respondió con amargura:<br />

−Los dioses son como la descolada en todos <strong>los</strong> sentidos. Destruyen todo aquello que no les gusta, y<br />

transforman a las personas que les gustan en algo que nunca fueron. Qing−jao era una muchacha<br />

buena, brillante y divertida, y ahora se muestra resentida, furiosa y cruel, todo por culpa de <strong>los</strong><br />

dioses.<br />

−Todo por culpa de la alteración genética del Congreso −precisó Wiggin−. Un cambio deliberado<br />

introducido por personas que os obligaron a encajar en sus propios planes.<br />

−Sí −convino Ela−. Igual que la descolada.<br />

−¿Qué quieres decir?

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