27.03.2013 Views

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

todo...; por lo demás, estaban haciendo exactamente lo que quería que hicieran. Valentine tenía<br />

razón. Era su responsabilidad. Lo que hicieran ahora, lo había cometido él igual que si todavía<br />

estuviera al frente del grupo. Entonces, ¿qué podía hacer?<br />

Detener<strong>los</strong>. Conseguir el control de nuevo. Plantarse ante el<strong>los</strong> y suplicarles que se detuvieran. No<br />

iban a quemar el lejano bosque del loco Guerrero, sino a masacrar a <strong>los</strong> pequeninos que él conocía,<br />

aunque no <strong>los</strong> apreciara mucho. Tenía que detener<strong>los</strong>, o la sangre mancharía sus manos como savia<br />

que no podría ser lavada<br />

ni frotada, un dolor que permanecería siempre en su interior.<br />

Echó a correr, siguiendo el fangoso rastro de sus pisadas entre las calles, donde la hierba quedó<br />

convertida en cieno. Corrió hasta que le dolió el costado, atravesó la verja por donde la habían roto.<br />

¿Dónde estaba el campo disruptor cuando lo necesitaban? ¿Por qué no lo conectaba nadie?<br />

Entonces llegó al lugar donde las llamas lamían ya el cielo.<br />

−¡Alto! ¡Apagad el fuego!<br />

−¡Quemad<strong>los</strong>!<br />

−¡Por Quim y Cristo!<br />

−¡Morid, cerdos!<br />

−¡Ése, que se escapa!<br />

−¡Mátalo!<br />

−¡Quémalo!<br />

−¡Los árboles no están aún secos..., el fuego no prende!<br />

−¡Sí arde!<br />

−¡Talad el árbol!<br />

−¡Ahí hay otro!<br />

−¡Mirad, <strong>los</strong> pequeños bastardos están atacando!<br />

−¡Partid<strong>los</strong> por la mitad!<br />

−¡Dame esa azada si no vas a usarla!<br />

−¡Destroza al pequeño cerdo!<br />

−¡Por Quim y Cristo!<br />

La sangre salta en un amplio arco y rocía la cara de Grego cuando se abalanza hacia delante,<br />

intentando detener<strong>los</strong>. "¿Conocí a éste? ¿Conocí la voz de este pequenino antes de que se<br />

convirtiera en este grito de agonía y muerte? No puedo controlar esto, lo han roto. A ella. La han

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!