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ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

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−Ni eres rival para mí. Nunca lo fuiste, y nunca lo serás. Tienes demasiado corazón. Eres como<br />

Valentine. No te atreves a hacer lo necesario. Eso te convierte en blando y débil. Te vuelve fácil de<br />

destruir.<br />

Un súbito destello de luz. ¿Qué era la muerte en el Expacio después de todo? ¿Había perdido Jane<br />

la pauta en su mente? ¿Iban a explotar, o caían a un sol?<br />

No. Era la puerta al abrirse. Era la luz de la mañana lusitana, entrando en la relativa oscuridad del<br />

interior de la nave.<br />

−¿Vais a salir?.−gritó Grego. Asomó la cabeza−. ¿Vais...?<br />

Entonces <strong>los</strong> vio. Ender advirtió que contaba en silencio.<br />

−Nossa Senhora −susurró Grego−. ¿De dónde demonios han salido?<br />

−De la mente completamente jodida de Ender −respondió Peter.<br />

−De recuerdos antiguos y tiernos −añadió la nueva Valentine.<br />

−Ayúdame con <strong>los</strong> virus −pidió Ela.<br />

Ender extendió las manos, pero ella se <strong>los</strong> entregó a Miro. No explicó nada, pero él comprendió. Lo<br />

que había sucedido en el Exterior era demasiado extraño para que pudiera aceptarlo. Fueran lo que<br />

fuesen Peter y esta nueva Valentine, no deberían existir. La creación de Miro de un nuevo cuerpo<br />

para sí tenía sentido, aunque fuera terrible ver cómo el viejo cuerpo se disolvía. La concentración de<br />

Ela fue tan pura que no había creado nada aparte de las ampollas que había traído para ese<br />

propósito. Pero Ender había convocado a dos personas completas, ambas molestas a su propio<br />

modo: la nueva Valentine porque era una ridícula parodia de la real, que seguramente esperaba ante<br />

la puerta. Y Peter conseguía ser odioso aunque todas sus burlas contenían un tono que resultaba a la<br />

vez peligroso y sugestivo.<br />

−Jane −susurró Ender−. Jane, ¿estás conmigo?<br />

−Sí.<br />

−¿Has visto todo esto?<br />

−Sí.<br />

−¿Lo comprendes?<br />

−Estoy muy cansada. Nunca he estado cansada antes. Nunca he hecho algo tan difícil. Requirió...<br />

toda mi atención a la vez. Y dos cuerpos más, Ender. Obligarme a que <strong>los</strong> introdujera en la pauta<br />

así..., no sé cómo lo conseguí.<br />

−No pretendía hacerlo.<br />

Pero ella no respondió.

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