27.03.2013 Views

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

−Encontraré un medio −masculló Qing−jao. Vio que Wang−mu había corrido tras ella y ahora<br />

esperaba, sin aliento, sus instrucciones−. Dile a Mu−pao que busque uno de <strong>los</strong> ordenadores de<br />

juegos y me lo traiga. Que no esté conectado al ordenador de la casa o a ningún otro.<br />

−Sí, señora−dijo Wang−mu, y se marchó rápidamente.<br />

Qing−jao se volvió hacia Jane.<br />

−¿Crees que podrás detenerme siempre?<br />

−Creo que deberías esperar hasta que tu padre decida.<br />

−Sólo porque esperas haberlo destrozado y apartado su corazón de <strong>los</strong> dioses. Pero ya verás, vendrá<br />

aquí y me dará las gracias por cumplir todo lo que me ha enseñado.<br />

−¿Y si no lo hace?<br />

−Lo hará.<br />

−¿Y si te equivocas?<br />

−¡Entonces serviré al hombre que era fuerte y bueno! −gritó Qing−jao−. ¡Pero nunca conseguirás<br />

destrozarlo!<br />

−Es el Congreso quien lo destrozó desde su nacimiento. Yo soy la que está intentando curarlo.<br />

Wang−mu entró corriendo en la habitación.<br />

−Mu−pao traerá un ordenador enseguida.<br />

−¿Qué piensas hacer con ese ordenador de juguete? −preguntó Jane.<br />

−Escribir mi informe −respondió Qing−jao.<br />

−¿Y qué harás con él?<br />

−Imprimirlo. Hacer que se distribuya en Sendero lo más ampliamente posible. No puedes hacer<br />

nada para impedir eso. No usaré ningún ordenador que puedas alcanzar.<br />

−Se lo dirás a todo el mundo en Sendero. Bien, eso no cambiará nada. Y aunque lo hiciera, ¿no<br />

crees que yo también puedo decirles la verdad?<br />

−¿Supones que te creerán a ti, a un programa controlado por el enemigo del Congreso, en vez de a<br />

mí, una agraciada por <strong>los</strong> dioses?<br />

−Sí.<br />

Qing−jao tardó un instante en comprender que no era Jane quien había contestado, sino Wang−mu.<br />

Se volvió hacia su doncella secreta y exigió que explicara lo que quería decir.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!