27.03.2013 Views

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Qing−jao miró aWang−mu, irritada.<br />

−¿Dónde aprendiste tantas cuestiones sobre ordenadores que sigues ignorando que cosas como ésas<br />

son imposibles?<br />

Wang−mu inclinó la cabeza y tocó con ella el suelo. Sabía que humillarse de esa forma<br />

avergonzaría a Qing−jao por su arrebato de furia y entonces podrían volver a hablar.<br />

−No −suspiró Qing−jao−. No tenía derecho a enfurecerme, lo siento. Levántate, Wang−mu. Sigue<br />

formulando preguntas. Son beneficiosas. Puede que sea posible porque tú puedes imaginarlo, y si tú<br />

puedes imaginarlo tal vez alguien podría llevarlo a cabo. Pero por esto pienso que es imposible.<br />

¿Cómo podría nadie instalar un programa tan hábil? Tendría que estar en cada ordenador que<br />

procese comunicaciones ansibles en todas partes. Hay miles y miles. Y si uno se estropea y otro<br />

entra en línea, tendría que cargar el programa en el nuevo ordenador casi instantáneamente. Sin<br />

embargo nunca podría ponerse en almacenaje permanente o lo encontrarían; tiene que mantenerse<br />

en movimiento constantemente, esquivando, permaneciendo fuera del trabajo de <strong>los</strong> otros<br />

programas, entrando y saliendo de su almacén. Un programa que pudiera hacer todo eso tendría que<br />

ser... inteligente, tendría que estar intentando esconderse y calcular nuevas formas de hacerlo todo<br />

el tiempo o ya lo habríamos advertido a estas alturas, cosa que no ha sucedido. No existe ningún<br />

programa como ése. ¿Cómo podría haberlo programado nadie? ¿Cómo podría haber empezado? Y<br />

mira, Wang−mu..., esta Valentine Wiggin que escribe todas las cosas de Demóstenes ha estado<br />

ocultándose durante miles de años. Si hay un programa como ése, debe de haber existido todo el<br />

tiempo. No habría sido creado por <strong>los</strong> enemigos del Congreso Estelar porque no existía ningún<br />

Congreso Estelar cuando Valentine Wiggin empezó a esconder su identidad. ¿Ves lo antiguos que<br />

son <strong>los</strong> archivos que nos dan su nombre? No ha estado enlazada abiertamente a Demóstenes desde<br />

<strong>los</strong> primeros informes de... de la Tierra. Antes de las naves estelares. Antes de...<br />

La voz de Qing−jao se apagó, pero según Wang−mu comprendió al instante, había alcanzado su<br />

conclusión antes de que Qing−jao la vocalizara.<br />

−Si hay un programa secreto en <strong>los</strong> ordenadores ansibles, tuvo que existir todo el tiempo −dijo<br />

Wang−mu−. Desde el principio.<br />

−Imposible −susurró Qing−jao. Pero ya que todo lo demás era también imposible, Wang−mu supo<br />

que a Qing−jao le encantaba esta idea, que quería creería porque a pesar de ser imposible al menos<br />

era concebible, podría ser imaginada y por tanto podía ser real. "Y se me ocurrió a mí −pensó<br />

Wang−mu−. Puede que no sea una agraciada por <strong>los</strong> dioses, pero soy inteligente. Comprendo cosas.<br />

Todo el mundo me trata como a una niña tonta, incluso Qing−jao, a pesar de que sabe que aprendo<br />

rápido y que pienso cosas que las demás personas no piensan..., incluso ella me desprecia. ¡Pero soy<br />

tan lista como el que más, señora! Soy tan lista como tú, aunque nunca lo adviertes, aunque<br />

pensarás que todo esto se te ocurrió a ti sola. Oh, me darás crédito por ello, pero será así:<br />

"Wang−mu dijo algo y me hizo pensar y entonces me di cuenta de la idea importante". Nunca será:<br />

"Wang−mu fue la que comprendió esto y me lo explicó hasta que comprendí por fin". Siempre<br />

como si yo fuera un perro estúpido que ladra o gime o se rasca o muerde o salta, sólo por<br />

coincidencia, y encamina tu mente hacia la verdad. No soy un perro. Comprendo. Cuando te hice<br />

esas preguntas fue porque ya me había dado cuenta de las implicaciones. Y me di cuenta aún de<br />

más cosas de las que has dicho hasta ahora..., pero debo decírtelo preguntando, fingiendo no<br />

comprender, porque tú eres la agraciada y una simple criada como yo nunca podría dar ideas a<br />

alguien que oye las voces de <strong>los</strong> dioses."

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!