27.03.2013 Views

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

−Lo supongo.<br />

−No en lo referente a mí solo. Yo era un niñito ansioso, lo que admito: cualquiera habría podido<br />

engañarme, no cabe duda. Es lo que hizo con todos nosotros. Nos trató a todos de forma diferente, y<br />

sin embargo continuó siendo él mismo. Tienes que considerar <strong>los</strong> hombres que había en mi vida.<br />

Marcáo, a quien creíamos nuestro padre..., yo no tenía ni idea de quién era. Todo lo que veía era el<br />

licor al que apestaba cuando venía borracho, y la sed cuando estaba sobrio. Sed de alcohol pero<br />

también sed de respeto, que nunca consiguió. Y entonces se murió. Las cosas mejoraron de<br />

inmediato. Seguían sin ir bien, pero mejoraron. Pensé que el mejor padre era el que no estaba<br />

presente. Sólo que eso no era cierto. Porque mi padre auténtico, Libo, el gran científico, el mártir, el<br />

héroe investigador, el amor de la vida de mi madre..., había engendrado todos aquel<strong>los</strong> hijos<br />

maravil<strong>los</strong>os, podía ver a la familia atormentada, pero no tomó cartas en el asunto.<br />

−Andrew dijo que tu madre no se lo permitió.<br />

−Eso es..., y siempre hay que hacer lo que dice mi madre, ¿verdad?<br />

−Novinha es una mujer impresionante.<br />

−Piensa que es la única persona en el mundo que ha sufrido −dijo Olhado−. Lo digo sin rencor.<br />

Simplemente he observado que está tan llena de dolor, que es incapaz de aceptar en serio el dolor de<br />

<strong>los</strong> demás.<br />

−Intenta decir algo rencoroso la próxima vez. Quizá sea más agradable.<br />

Olhado pareció sorprendido.<br />

−Oh, ¿me estás juzgando? ¿Se trata de maternidad solidaria o algo parecido? ¿Hay que castigar a<br />

<strong>los</strong> hijos que hablan mal de sus madres? Pero te aseguro, Valentine, que lo he dicho en serio. Sin<br />

rencor. Sin ojeriza. Conozco a mi madre, eso es todo. Me has pedido que te contara lo que veía...,<br />

eso es lo que veo. Eso es lo que vio Andrew también. Todo es dolor. Se siente atraído por él. El<br />

dolor lo absorbe como un imán. Y madre tenía tanto dolor que casi lo secó. Excepto que tal vez no<br />

se pueda secar a Andrew. Tal vez el pozo de la compasión en su interior no tiene fondo.<br />

Aquel apasionado discurso acerca de Andrew sorprendió a Valentine. También la complació.<br />

−Dices que Quim se volvió hacia Dios en busca del padre invisible perfecto. ¿A quién te volviste<br />

tú? Creo que no a alguien invisible.<br />

−No, no a alguien invisible.<br />

Valentine estudió su cara en silencio.<br />

−Lo veo todo en bajorrelieve −dijo Olhado−. Mi percepción de producción es muy escasa. Si<br />

pusiéramos una lente en cada ojo en vez de ambas en uno, la binocularidad mejoraría mucho. Pero<br />

quería tener el enchufe para el enlace con el ordenador. Quería grabar las imágenes, para poder<br />

compartirlas. Por eso veo en bajorrelieve. Como si la realidad fuera un recortable de cartón<br />

levemente redondeado, moviéndose contra un fondo plano pintado. En cierto sentido, eso hace que<br />

todo el mundo parezca más cercano. Se deslizan unos sobre otros como hojas de papel, frotándose<br />

al pasar.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!