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ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

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el mundo.<br />

−Maestro Han −susurró ella−. Lloro también por Qing−jao. Me han dado más de lo que podía<br />

esperar. Pero ¿qué será de ella si pierde la voz de <strong>los</strong> dioses?<br />

−Espero que vuelva a ser mi hija fiel. Que sea tan libre como tú, la hija que ha venido a mí como un<br />

pétalo en el río del invierno, traído desde la tierra de la primavera perpetua.<br />

La sostuvo durante varios minutos más, hasta que ella empezó a dormirse en su hombro. Entonces<br />

la tendió en su esterilla y se retiró a su rincón a dormir, con el corazón esperanzado por primera vez<br />

en muchos días.<br />

Cuando Valentine fue a ver a Grego a la cárcel, el alcalde Kovano le dijo que Olhado estaba con él.<br />

−¿Olhado no debería estar trabajando a estas horas?<br />

−No puede hablar en serio −dijo Kovano−. Es un buen capataz, pero creo que salvar al mundo<br />

merece que alguien le sustituya una tarde en su trabajo.<br />

−No espere demasiado −replicó Valentine−. Quería que colaborara. Esperara que lo hiciera. Pero no<br />

es físico.<br />

Kovano se encogió de hombros.<br />

−Yo tampoco soy carcelero, pero uno hace lo que exige la situación. No tengo ni idea de si tiene<br />

que ver con que Olhado esté aquí o con la visita de Ender de hace un rato, pero he oído más ruido y<br />

excitación ahí dentro que..., bueno, de lo que he<br />

oído nunca cuando <strong>los</strong> reclusos están sobrios. Naturalmente, en esta ciudad la gente es encarcelada<br />

sobre todo por borrachera pública.<br />

−¿Ha venido Ender?<br />

−Después de ver a la reina colmena. Quiere hablar con usted. No sabía dónde estaba.<br />

−Sí. Bueno, iré a verlo cuando salga de aquí.<br />

Valentine había estado con su marido. Jakt se preparaba para volver al espacio en la lanzadera, para<br />

preparar su propia nave a fin de marcharse rápidamente, si era posible, y para ver si la nave colonial<br />

original de Lusitania podía ser restaurada para hacer otro vuelo después de tantas décadas sin<br />

mantenimiento. La nave sólo<br />

se había usado para almacenar semillas, genes y embriones de especies terrestres, por si algún día<br />

eran necesarias. Jakt estaría fuera durante una semana al menos, quizá más, y Valentine no podía<br />

dejarlo marchar sin pasar algún tiempo con él. Jakt lo había comprendido, por supuesto: sabía la<br />

terrible presión bajo la que se hallaba todo el mundo.<br />

Pero Valentine también sabía que no era una de las figuras clave en aquel<strong>los</strong> acontecimientos. Sólo<br />

sería útil más tarde, al escribir la historia.<br />

Sin embargo, cuando dejó a Jakt, no fue directamente a ver a Grego en la oficina del alcalde. Había

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