27.03.2013 Views

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

inhalado. Pero todavía podía hacerse oír−. El bosque que mató a Quim está lejos de aquí, y<br />

Guerrero todavía permanece intacto. No hemos hecho justicia esta noche. Hemos causado<br />

asesinatos y masacre.<br />

−¡Los cerdis son cerdis!<br />

−¿Lo son? ¿Te gustaría que fuera al revés? −Grego dio unos pocos pasos hacia uno de <strong>los</strong> hombres<br />

que parecía cansado y poco dispuesto a continuar, y le habló directamente, mientras señalaba al<br />

portavoz de la turba−. ¡Tú! ¿Te gustaría ser castigado por lo que él ha hecho?<br />

−No −murmuró el hombre.<br />

−Si él matara a alguien, ¿crees que sería justo que alguien viniera a tu casa y matara a tu esposa y<br />

tus hijos por ello?<br />

Varias voces contestaron ahora.<br />

−No.<br />

−¿Por qué no? Los humanos son humanos, ¿no?<br />

−Yo no he matado a ningún niño −espetó el portavoz.<br />

Ahora se estaba defendiendo. Y el nosotros había desaparecido de su discurso. Ahora era un<br />

individuo, solo. La muchedumbre se difuminaba, separándose.<br />

−Quemamos al árbol−madre −manifestó Grego.<br />

A su espalda se produjo un sonido penetrante, varios gemidos agudos. Para <strong>los</strong> hermanos y esposas<br />

supervivientes, era la confirmación de sus peores temores. El árbol−madre había ardido.<br />

−El árbol gigante en mitad del bosque..., en su interior estaban todos sus bebés. Todos el<strong>los</strong>. Este<br />

bosque no nos hizo ningún daño, y nosotros fuimos y matamos a sus bebés.<br />

Miro dio un paso al frente, colocó la mano sobre el hombro de Grego. ¿Se apoyaba en él? ¿O le<br />

ayudaba a permanecer en pie?<br />

−Todos vosotros. Marchaos a casa.<br />

−Tal vez deberíamos intentar apagar el fuego −sugirió Grego.<br />

Pero todo el bosque estaba ya ardiendo.<br />

−Marchaos a casa −repitió Miro−. Quedaos dentro de la verja.<br />

Todavía quedaba algo de furia.<br />

−¿Quién eres tú para decirnos lo que debemos hacer?<br />

−Quedaos dentro de la verja. Ahora viene alguien para proteger a <strong>los</strong> pequeninos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!