27.03.2013 Views

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

ENDER EL XENOCIDA Orson Scott Card - los dependientes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ella escuchó, pero no dijo nada más durante un rato.<br />

−No a alguien invisible −repitió él, recordando−. Es verdad. Vi lo que hizo Andrew en nuestra<br />

familia. Vi que entró y escuchó y contempló y comprendió quiénes éramos, cada individuo de<br />

nosotros. Intentó descubrir nuestra necesidad y cubrirla. Aceptó responsabilidad por otras personas<br />

y no pareció importarle cuánto le costaría. Y al final, aunque nunca logró normalizar a la familia<br />

Ribeira, nos dio paz, orgullo e identidad. Estabilidad. Se casó con madre y fue amable con ella. Nos<br />

amó a todos. Siempre estuvo presente cuando lo necesitamos, y no pareció dolerse cuando no lo<br />

quisimos. Se mostró firme con nosotros en lo referente a mostrar una conducta civilizada, pero<br />

nunca se permitió caprichos a expensas nuestras. Y yo pensé: esto es mucho más importante que la<br />

ciencia. O que la política. O que cualquier profesión concreta o logro o meta que puedas conseguir.<br />

Pensé: si pudiera crear una buena familia, si lograra aprender a ser para otros niños, para sus vidas<br />

enteras, lo que fue Andrew, que llegó tan tarde a la nuestra, entonces eso sería más importante a la<br />

larga, sería un logro mejor que nada que pudiera hacer con mi mente o mis manos.<br />

−Así que eres un padre atento −concluyó Valentine.<br />

−Que trabaja en una fábrica de ladril<strong>los</strong> para alimentar y vestir a la familia. No un fabricante de<br />

ladril<strong>los</strong> que tiene también niños. Lini piensa lo mismo.<br />

−¿Lini?<br />

−Jaqueline. Mi esposa. Siguió su propio camino hasta el mismo sitio. Cumplimos con nuestro deber<br />

para ganarnos un puesto en la comunidad, pero vivimos para las horas que pasamos en casa. Para el<br />

otro, para <strong>los</strong> niños. Es algo que nunca me otorgará una cita en <strong>los</strong> libros de historia.<br />

−Te sorprenderías −dijo Valentine.<br />

−Es una vida demasiado aburrida para leer acerca de ella. Pero no para vivirla.<br />

−Entonces el secreto que proteges de tus atormentados hermanos es... la felicidad.<br />

−Paz. Belleza. Amor. Todas las grandes abstracciones. Tal vez veo en bajorrelieve, pero las veo<br />

muy cerca.<br />

−Y lo aprendiste de Andrew. ¿Lo sabe él?<br />

−Creo que sí. ¿Quieres saber mi secreto mejor guardado? Cuando estamos so<strong>los</strong>, únicamente él y<br />

yo, o <strong>los</strong> dos con Lini, cuando estamos so<strong>los</strong>, lo llamó papá y él me llama hijo.<br />

Valentine no hizo ningún esfuerzo por contener sus lágrimas, como si se derramaran la mitad por él<br />

y la mitad por ella.<br />

−Entonces Ender tiene hijos, después de todo −suspiró.<br />

−Aprendí de él a ser padre, y soy muy competente en eso.<br />

Valentine se inclinó hacia delante. Había llegado la hora de hablar de otros asuntos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!