09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Paul le dijo a Ted, con calma y aplomo:<br />

—Me parece que hemos analizado incorrectamente la situación clasista de<br />

Mashopi. Hemos pasado por alto al que, con toda evidencia, es <strong>el</strong> hombre clave. Lo<br />

tenemos d<strong>el</strong>ante de los ojos continuamente: <strong>el</strong> cocinero de la señora Boothby.<br />

—¿Y qué diablos quieres hacer con <strong>el</strong> cocinero —preguntó George, con<br />

demasiada aspereza.<br />

Estaba de pie, en actitud agresiva y ofendida, haciendo dar vu<strong>el</strong>tas al vino<br />

dentro d<strong>el</strong> vaso de manera que se desparramaba por <strong>el</strong> polvo. A todos nos pareció<br />

que su agresividad era debida, simplemente, a su sorpresa ante nuestra actitud. No<br />

le habíamos visto desde hacía semanas. Me parece que empezábamos a tener una<br />

idea de cuán hondo era nuestro cambio, porque era la primera vez que nos<br />

veíamos reflejados, por decirlo así, en lo que hasta poco antes habían sido nuestros<br />

propios ojos. Y como nos sentíamos culpables, experimentábamos aversión hacia<br />

George...; la suficiente aversión como para tratar de herirlo. Recuerdo muy bien mi<br />

actitud, sentada, inmóvil, mirando <strong>el</strong> rostro franco y enfadado de George, y<br />

diciendo para mis adentros:<br />

—¡Dios mío, qué feo le encuentro! ¡Qué ridículo! Es la primera vez que me<br />

produce este efecto.<br />

Y después comprendí por qué sentía aqu<strong>el</strong>lo... Aunque, claro, fue realmente<br />

mucho después cuando logramos comprender la causa verdadera de la reacción de<br />

George a la mención d<strong>el</strong> cocinero por parte de Paul.<br />

—El cocinero, es clarísimo —dijo Paul con aplomo, movido por aqu<strong>el</strong> nuevo<br />

deseo de enojar y herir a George—. Sabe leer, sabe escribir, tiene ideas... La<br />

misma señora Boothby se queja de <strong>el</strong>lo. Ergo, es un int<strong>el</strong>ectual. Claro que tendrá<br />

que ser fusilado más tarde, cuando las ideas se conviertan en un obstáculo; pero<br />

para entonces habrá cumplido su misión. Al fin y al cabo, junto con él se nos<br />

fusilará a nosotros.<br />

Me acuerdo de la larga mirada de desconcierto que George dirigió a Willi, y<br />

d<strong>el</strong> modo como examinó a Ted, quien tenía la cabeza echada hacia atrás, con la<br />

barbilla apuntando a las ramas como si observara las estr<strong>el</strong>las a través de las<br />

hojas, y de la preocupación con que observó a Jimmy, que seguía siendo un peso<br />

muerto entre los brazos de Paul.<br />

Entonces Ted dijo con energía:<br />

—Ya basta. Te acompañamos al remolque, George, y luego nos vamos.<br />

Era un gesto de reconciliación y amistad, pero George replicó, con firmeza:<br />

—No.<br />

Ante semejante reacción, Paul se levantó inmediatamente, haciendo caer a<br />

Jimmy de golpe sobre <strong>el</strong> banco, y dijo con una tenacidad tranquila:<br />

—Pues claro que te acompañamos a la cama.<br />

103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!