09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

agarrotada de ansiedad, y me repetía una y otra vez: «La ansiedad no es mía, no<br />

es mía»; pero esto no me ayudaba a sentirme mejor (* 11). Me he echado cara<br />

arriba en <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o con una almohada debajo de la cabeza, he r<strong>el</strong>ajado los miembros<br />

y me he puesto a «jugar»... Mejor dicho, lo he intentado, pero era inútil, porque oía<br />

arriba a Saúl. Cada uno de sus movimientos pasaba a través de mí. He pensado<br />

que debería salir de la casa o ir a ver a alguien. Pero ¿a quién Sabía que no podía<br />

hablar de Saul con Molly. Sin embargo, la he llamado por t<strong>el</strong>éfono, y <strong>el</strong>la me ha<br />

preguntado como de pasada:<br />

—¿Cómo está Saul<br />

—Bien.<br />

Me dice que ha visto a Jane Bond y que «está muy por él». Desde hace unos<br />

días no pensaba en Jane Bond, de modo que he hablado apresuradamente de algo<br />

y me he vu<strong>el</strong>to a tumbar al su<strong>el</strong>o. Ayer por la noche, Saúl dijo:<br />

—Tengo que dar un paseo; de lo contrario, no podré dormir.<br />

Estuvo fuera alrededor de tres horas. Jane Bond vive a una media hora<br />

andando y a diez minutos en autobús. Antes de irse t<strong>el</strong>efoneó a alguien, lo cual<br />

significa que había quedado con Jane, desde mi casa, para encontrarse con <strong>el</strong>la y<br />

hacer <strong>el</strong> amor. En efecto, fue, hizo <strong>el</strong> amor, regresó y se metió en mi cama a<br />

dormir. Anoche no hicimos <strong>el</strong> amor porque, inconscientemente, me defendía contra<br />

<strong>el</strong> dolor de confirmar mi sospecha. (Aunque int<strong>el</strong>ectualmente no me importe, a la<br />

criatura que hay dentro de mí sí le importa; es <strong>el</strong>la la que siente c<strong>el</strong>os, la que pone<br />

mala cara y la que desea vengarse.)<br />

Llamó a la puerta y me dijo:<br />

—No quiero molestarte; me voy a dar un paseíto.<br />

Sin saber que lo iba a hacer, fui a la puerta y la abrí. Él comenzó a bajar la<br />

escalera, y le pregunté:<br />

—¿Te vas a ver a Jane Bond<br />

Se puso tieso, se volvió lentamente y me dijo con firmeza:<br />

—No; me voy a dar un paseo.<br />

No dije nada porque me parecía imposible que mintiera si se lo preguntaba<br />

directamente. Hoy debiera haberle preguntado: « ¿Fuiste a ver a Jane Bond ayer<br />

noche». Y ahora caigo en la cuenta que no se lo he preguntado por miedo a que<br />

me dijera que no.<br />

A cambio, me volví y cerré la puerta. Era incapaz de pensar o de moverme.<br />

Estaba enferma. Me he repetido: «Tiene que marcharse, tiene que marcharse de<br />

aquí». Pero yo sabía que no podría pedirle que se fuera, así que he acabado por<br />

repetirme una y otra vez: «Tengo que tratar de sentirme más imparcial».<br />

Cuando volvió, me di cuenta de que, desde hacía horas, esperaba oír sus<br />

pasos. Era casi de noche. Me gritó un saludo demasiado amistoso, en voz muy alta,<br />

y se fue directamente al cuarto de baño (* 12). Me quedé pensando: «Es<br />

sencillamente imposible que este hombre venga de ver a Jane Bond y se vaya a<br />

481

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!