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el-cuaderno-dorado_dorislessing

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pues teníamos que ir al aeropuerto y ni siquiera nos habíamos mudado la ropa de la<br />

noche anterior...<br />

Por lo visto, Harry había extendido un montón de pap<strong>el</strong>es y recortes encima<br />

de la mesa, iniciando acto seguido una conferencia sobre la historia d<strong>el</strong> Partido<br />

comunista ruso, desde los días de Iskra. Olga estaba sentada enfrente, disimulando<br />

los bostezos, sonriendo encantadoramente y conservando la cortesía debida a unos<br />

invitados progresistas d<strong>el</strong> extranjero. En cierto momento, le había preguntado si<br />

era historiador, a lo que él contestó: «No, yo soy socialista. Lo mismo que tú,<br />

camarada». Le había hecho recorrer los años de intrigas, de heroísmos y de<br />

batallas int<strong>el</strong>ectuales, sin olvidarse de nada. A eso de las tres de la mañana, <strong>el</strong>la le<br />

dijo: « ¿Me permites un instante, camarada». Y había salido, dejándole convencido<br />

de que iba en busca de la policía, para que le detuvieran y «le mandasen a<br />

Siberia». Al preguntarle Jimmy qué le habría parecido irse a Siberia y desaparecer,<br />

posiblemente para siempre, Harry contestó: «Un momento como ése no tiene<br />

precio». Porque, claro, se había olvidado ya de que estaba hablando con Olga, la<br />

intérprete, la bonita chica de veintidós años cuyo padre había muerto en la guerra,<br />

que cuidaba de su madre viuda, y que iba a casarse con un periodista de Pravda la<br />

próxima primavera. Para entonces hablaba ya con la mismísima historia. Había<br />

esperado al policía, pasivo y con resignación extasiada, y quien aparecía era Olga,<br />

con dos vasos de té traídos d<strong>el</strong> restaurante. «Allí, Anna, <strong>el</strong> servicio es<br />

indescriptiblemente malo —comentó Jimmy—. O sea que me imagino debió esperar<br />

las esposas durante un buen rato». Olga se había sentado de nuevo, ofreciéndole <strong>el</strong><br />

vaso de té y diciendo: «Siga, por favor; siento haberle interrumpido». Poco<br />

después la habían rendido <strong>el</strong> sueño y <strong>el</strong> cansancio, cuando Harry refería <strong>el</strong><br />

momento en que Stalin planeaba <strong>el</strong> asesinato de Trotski en México. Al parecer,<br />

Harry se había quedado cortado en medio de una frase, mirando a Olga con sus<br />

trenzas r<strong>el</strong>ucientes deslizándose ad<strong>el</strong>ante por encima de sus hombros y la cabeza<br />

inclinada a un lado. Entonces recogió, los pap<strong>el</strong>es, los amontonó y se los guardó,<br />

antes de despertarla con mucha gentileza, excusándose por haberla aburrido. Ella<br />

estaba muy avergonzada por su falta de cortesía, y le explicó que, aun cuando le<br />

gustaba su trabajo de intérprete de una d<strong>el</strong>egación tras otra, aqu<strong>el</strong>lo resultaba muy<br />

cansado. «Y, además mi madre es inválida. Quiero decir que, cuando vu<strong>el</strong>vo a casa,<br />

por las noches, tengo que hacer <strong>el</strong> trabajo doméstico... Le prometo una cosa —<br />

había añadido, juntando las manos—. Le prometo que cuando nuestros<br />

historiadores d<strong>el</strong> Partido hayan reescrito la historia de nuestro Partido comunista de<br />

acuerdo con las revisiones impuestas por las censuras y omisiones decretadas<br />

durante la época d<strong>el</strong> camarada Stalin, le prometo que, entonces, la leeré.» Al<br />

parecer, a Harry le venció <strong>el</strong> apuro de la chica por culpa de su falta de cortesía.<br />

Invirtieron unos minutos en tranquilizarse mutuamente, tras lo cual Olga fue a ver<br />

a Jimmy para decirle que su amigo estaba excesivamente agitado.<br />

Le pregunté a Jimmy qué había pasado después.<br />

—No lo sé. Tuvimos que vestirnos y hacer las maletas a toda prisa. Luego<br />

tomamos <strong>el</strong> avión de regreso. Harry guardaba silencio y tenía bastante mala cara,<br />

pero no me percaté de nada más. Me dio las gracias por haberle incluido en la<br />

d<strong>el</strong>egación: dijo que para él había sido una experiencia muy valiosa. La semana<br />

pasada fui a verle. Al fin se ha casado con la viuda y <strong>el</strong>la está embarazada. Por lo<br />

demás, no sé lo que demuestra esto, si es que demuestra algo.<br />

[Aquí había una doble raya negra que marcaba <strong>el</strong> final d<strong>el</strong> <strong>cuaderno</strong> rojo.]<br />

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