09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Una mujer se enamora contra su voluntad. Es f<strong>el</strong>iz. Y, no obstante, se<br />

despierta en medio de la noche: él se sobresalta, como si corriera un p<strong>el</strong>igro, y<br />

exclama: « ¡No, no, no!». Luego se controla y vu<strong>el</strong>ve a acostarse en silencio. Ella<br />

quiere preguntarle: « ¿Por qué dices no». Pues la verdad es que siente mucho<br />

miedo. Sin embargo, no le pregunta nada. Se hunde otra vez en <strong>el</strong> sueño y llora<br />

dormida. Cuando se despierta, él todavía permanece en v<strong>el</strong>a. Ella dice, llena de<br />

ansiedad: « ¿Es tu corazón <strong>el</strong> que late». Y él, hosco, le responde: -No, es <strong>el</strong> tuyo».<br />

* * *<br />

* 6 Un cuento<br />

Un hombre y una mujer viven juntos una aventura amorosa. Ella está<br />

hambrienta de amor y ansía encontrar un refugio. Una tarde, él le dice con caut<strong>el</strong>a:<br />

«Tengo que marcharme para ver...». Pero <strong>el</strong>la sabe que es una excusa, pues<br />

mientras le escucha una larga explicación llena de detalles, siente una gran<br />

consternación, y contesta: «Claro, claro». Él dice con una risa brusca y estrepitosa,<br />

llena de jovialidad, muy agresiva: «Eres muy indulgente», y <strong>el</strong>la le contesta: «<br />

¿Qué quieres decir con eso de indulgente No soy tu guardián, no me conviertas en<br />

una americana». Él se va a la cama muy tarde, y <strong>el</strong>la se vu<strong>el</strong>ve hacia él, pues<br />

acaba de despertarse. Siente cómo él la rodea con sus brazos, con caut<strong>el</strong>a y<br />

mesuradamente. Comprende que él no quiere hacer <strong>el</strong> amor. El pene está fláccido,<br />

pero se remueve contra sus muslos. A <strong>el</strong>la le irrita tanta ingenuidad, y le dice<br />

bruscamente: «Tengo sueño». Él cesa de moverse. Ella lo lamenta, porque quizá le<br />

ha ofendido, pues entonces se percata de que <strong>el</strong> miembro ha aumentado de<br />

tamaño. Se siente consternada porque la desea tan sólo porque <strong>el</strong>la le ha<br />

rechazado. Pero está enamorada y se vu<strong>el</strong>ve hacia él. Cuando <strong>el</strong> acto termina, <strong>el</strong>la<br />

se da cuenta de que para él ha significado una victoria y le dice secamente, llevada<br />

por <strong>el</strong> instinto, sin saber exactamente lo que va a decir: «Acabas de hacer <strong>el</strong> amor<br />

con otra». Él se apresura a contestar: « ¿Cómo te has dado cuenta». Y luego,<br />

como si no hubiera pronunciado aqu<strong>el</strong>las palabras, añade: «No es verdad; son<br />

imaginaciones tuyas». Después, debido a su silencio tenso y afligido, dice<br />

hoscamente: «Creí que no te importaría. Tienes que comprender que no me lo<br />

tomo en serio». Esta observación le hace a <strong>el</strong>la sentirse empequeñecida y<br />

aniquilada, pues le parece no existir como mujer.<br />

* * *<br />

* 7 Un cuento<br />

452

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!