09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Ayer por la noche, Micha<strong>el</strong> dijo (hacía una semana que no le veía):<br />

—Bueno, Anna, ¿estará terminando nuestra gran aventura amorosa<br />

Es característico de él decirlo como una pregunta: es él quien la está<br />

terminando, aunque lo dice como si fuera yo. Le he contestado con una sonrisa,<br />

pero sin poder contener cierta ironía:<br />

—Al menos ha sido una gran aventura de amor, ¿no<br />

—¡Ay, Anna! Te inventas historias sobre la vida, te las cuentas a ti misma, y<br />

no sabes distinguir lo cierto de lo falso.<br />

—O sea que no hemos tenido una gran aventura amorosa.<br />

He dicho esto último sin aliento, suplicante, aunque no quería dar ese tono a<br />

mis palabras. Las de Micha<strong>el</strong> me causaban un terrible desaliento y me producían<br />

frío. Era como si negara mi existencia. Él ha contestado, caprichosamente:<br />

—Si tú lo dices, pues sí. Y si tú dices que no, pues no.<br />

—Y lo que tú sientes, ¿no cuenta<br />

—¿Yo Pero, Anna, ¿por qué debería contar yo<br />

(Esto último lo ha dicho con rencor, en broma, pero también con cariño.)<br />

Después de esto he luchado contra una sensación que siempre se apodera de mí al<br />

término de una de estas conversaciones: una sensación de irrealidad, como si la<br />

sustancia de mi ser se debilitase hasta disolverse. Y luego he reflexionado sobre la<br />

ironía de que, para recobrarme, haya tenido que utilizar precisamente a aqu<strong>el</strong>la<br />

Anna que más desagrada a Micha<strong>el</strong>: la Anna crítica y reflexiva. Muy bien; pues si él<br />

dice que me invento historias sobre nuestra vida en común, será así. Voy a anotar<br />

todas las etapas de un día de la forma más realista que pueda. Empezaré mañana.<br />

Al final de mañana me sentaré a escribir todo lo que haya sucedido.<br />

17 de septiembre de 1954<br />

Ayer noche no pude escribir porque me sentía demasiado desgraciada. Y,<br />

naturalmente, ahora me pregunto si <strong>el</strong> hecho de haber decidido ser muy consciente<br />

de todo lo que pasara ayer no alteraría la forma d<strong>el</strong> día. ¿Quizá fue un día especial<br />

debido a que yo era muy consciente De todos modos, voy a describirlo, y a ver<br />

qué resulta. Me desperté temprano, a las cinco, tensa porque me parecía haber<br />

oído a Janet moverse en <strong>el</strong> cuarto contiguo. Pero debió de dormirse otra vez, pues<br />

no pude oír nada más. Un chorro de agua gris azotaba <strong>el</strong> cristal de la ventana. La<br />

luz era gris. Las siluetas de los muebles parecían enormes bajo aqu<strong>el</strong>la luz vaga.<br />

Micha<strong>el</strong> y yo estábamos de cara a la ventana, yo rodeándole con los brazos por<br />

debajo de la chaqueta, d<strong>el</strong> pijama, con las rodillas metidas en <strong>el</strong> hueco de las<br />

suyas. Un calor fuerte y reparador emanaba de él hacia mí. Pensé: «Muy pronto ya<br />

no vendrá más. ¿Reconoceré cuando sea la última vez Quizá sea ésta». Pero<br />

290

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!