09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

»—No lo sé. No importa.<br />

»Me impresionó la manera de decir «no importa». Era un tono frío e inerme,<br />

como queriendo dar a entender: ¿qué me importan los demás<br />

»—Te encuentro guapo, me gustaría dormir contigo —me dijo.<br />

Sin duda, De Silva es un hombre guapo, con buen tipo, lleno de vigor. No<br />

obstante, es un guapo frío. Cuenta que le dijo a la muchacha: «Quiero hacer <strong>el</strong><br />

amor contigo como si estuviera desesperadamente enamorado de ti. Pero tú no me<br />

respondas. Tú sólo tienes que entregarte sexualmente, y debes ignorar lo que yo te<br />

diga. ¿Me prometes que lo harás». Ella accedió, riendo: «Sí, lo prometo». Fueron a<br />

la habitación.<br />

—Ha sido la noche más interesante de mi vida, Anna, te lo juro. ¿Me crees<br />

¿Y sabes por qué Pues porque me comporté como si la amara, como si la amara<br />

desesperadamente. Llegué a creérm<strong>el</strong>o, eso es todo. Tienes que comprenderlo,<br />

Anna, amarla a <strong>el</strong>la tan sólo por una noche era la cosa más maravillosa que puedas<br />

imaginar. Cuando le dije que la amaba, me sentí como un hombre perdidamente<br />

enamorado. Pero <strong>el</strong>la se salía de su pap<strong>el</strong>. Cada diez minutos veía cambiar su cara<br />

y reaccionaba como una mujer que es amada. Entonces tuve que interrumpir <strong>el</strong><br />

juego y decirle: «Esto no es lo que me has prometido. Yo te amo, pero tú sabes<br />

que no lo siento en serio». Sin embargo, lo sentía. Nunca había estado tan<br />

enamorado. En aqu<strong>el</strong>los momentos, adoraba a aqu<strong>el</strong>la mujer. Nunca había estado<br />

tan enamorado. Pero <strong>el</strong>la lo echaba continuamente a perder, porque me respondía<br />

en serio. Al final hube de separarme de <strong>el</strong>la, porque no podía dejar de decirme que<br />

estaba enamorada de mí.<br />

—¿Y no se enfadó —le pregunté. (Porque yo me enfadé, al escucharle, y<br />

sabía que él quería que me enfadara.)<br />

—Sí, se enfadó mucho. Me dirigió toda clase de insultos. Pero a mí me daba<br />

igual. Me llamó sádico y cru<strong>el</strong>, todo ese tipo de cosas. A mí no me importaba.<br />

Habíamos hecho un pacto y <strong>el</strong>la estuvo de acuerdo. Quería poder amar a una mujer<br />

una vez en mi vida, sin tener que darle nada a cambio. Te lo cuento porque, en<br />

cierto modo, es algo que no tiene importancia, ¿comprendes, Anna<br />

— ¿La has vu<strong>el</strong>to a ver<br />

—No, claro que no. Volví a la calle donde la encontré, pero ya sabía que no<br />

iba a verla más. Tenía la esperanza de que fuera una prostituta, pero sabía que no<br />

lo era, porque me lo dijo <strong>el</strong>la misma. Era una chica que trabajaba en uno de los<br />

cafés. Confesó que deseaba enamorarse.<br />

Más ad<strong>el</strong>ante, aqu<strong>el</strong>la misma noche, me contó la siguiente historia: tiene un<br />

amigo íntimo, <strong>el</strong> pintor B., casado, cuyo matrimonio no ha sido nunca satisfactorio<br />

en <strong>el</strong> aspecto sexual. («Naturalmente, <strong>el</strong> matrimonio no le ha sido nunca<br />

satisfactorio sexualmente», y las palabras «satisfactorio sexualmente» sonaron con<br />

cierto acento clínico.) B. vive en <strong>el</strong> campo. Una mujer d<strong>el</strong> pueblo va diariamente a<br />

limpiar la casa. Durante algo así como un año, B. se estuvo acostando con la mujer<br />

de la limpieza todas las mañanas en <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o de la cocina, mientras la esposa<br />

estaba arriba. De Silva fue a ver a B., pero estaba ausente. Su mujer también. De<br />

Silva se instaló en la casa, esperando a que volvieran, y la mujer de la limpieza<br />

llegó entonces como todas las mañanas. Aqu<strong>el</strong>la mujer le dijo a De Silva que había<br />

estado acostándose con B. durante un año y que lo amaba, pero que sabía que<br />

426

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!