09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LOS CUADERNOS<br />

[El <strong>cuaderno</strong> negro había abandonado ya su propósito original de tener dos<br />

partes: fuentes y dinero. Sus páginas estaban cubiertas de recortes de periódicos,<br />

pegados y con la fecha, que abarcaban los años 1955, 1956, 1957. Todas las<br />

noticias se referían a violencias, muertes, disturbios callejeros y odios que tuvieran<br />

por escenario cualquier lugar d<strong>el</strong> continente africano. Había sólo un apartado<br />

escrito por Anna y fechado en septiembre de 1956:]<br />

Ayer por la noche soñé que iban a hacer una p<strong>el</strong>ícula para la t<strong>el</strong>evisión sobre<br />

<strong>el</strong> grupo d<strong>el</strong> hot<strong>el</strong> Mashopi. Se basaba en un guión escrito por otra persona. El<br />

director no cesaba de asegurarme: «Estarás contenta cuando veas <strong>el</strong> guión; es<br />

exactamente como lo habrías escrito tú misma». Pero, por una u otra causa, no vi<br />

<strong>el</strong> guión. Asistí a los ensayos para <strong>el</strong> rodaje. El escenario era <strong>el</strong> de los eucaliptos,<br />

junto a la vía d<strong>el</strong> tren, frente al hot<strong>el</strong> Mashopi. Estaba contenta por lo bien que <strong>el</strong><br />

director había recreado <strong>el</strong> ambiente. Luego me di cuenta de que, en realidad, <strong>el</strong><br />

escenario era auténtico: había conseguido trasladar a todo <strong>el</strong> equipo al África<br />

central y filmaba la historia debajo mismo de los eucaliptos, con detalles tales como<br />

<strong>el</strong> olor d<strong>el</strong> vino que emanaba d<strong>el</strong> polvo o <strong>el</strong> aroma de los eucaliptos bajo <strong>el</strong> calor d<strong>el</strong><br />

sol. Entonces vi que las cámaras se ad<strong>el</strong>antaban para rodar la p<strong>el</strong>ícula. Me<br />

recordaron las armas, por la forma en que apuntaban y oscilaban, por encima d<strong>el</strong><br />

grupo que esperaba dar comienzo a la actuación. Al fin, se inició <strong>el</strong> rodaje. Yo<br />

empecé a sentirme incómoda. Entonces comprendí que, por <strong>el</strong> modo en que <strong>el</strong><br />

director escogía los planos o imprimía <strong>el</strong> ritmo a la acción, la historia cambiaba por<br />

completo. Lo que saldría al acabar la p<strong>el</strong>ícula sería muy distinto de lo que yo<br />

recordaba. Pero no podía detener al director y a los hombres que manejaban las<br />

cámaras. De modo que me quedé a un lado y observé <strong>el</strong> grupo (en <strong>el</strong> que estaba<br />

Anna, yo misma, pero no como yo la recordaba). Recitaban un diálogo que yo no<br />

recordaba tampoco, y sus r<strong>el</strong>aciones entre sí eran totalmente distintas. Yo<br />

permanecía quieta, rígida, sobrecogida de ansiedad. Cuando hubo terminado <strong>el</strong><br />

rodaje, los actores empezaron a retirarse para ir a beber al bar d<strong>el</strong> hot<strong>el</strong> Mashopi,<br />

mientras los operadores (entonces me di cuenta de que todos eran negros; todos<br />

los técnicos eran negros) recogían las cámaras y las desmontaban (pues además<br />

eran ametralladoras). Le pregunté al director: « ¿Por qué has cambiado mi<br />

historia». Vi que no entendía lo que yo quería decir. Imaginé que lo hacía a<br />

propósito, que había decidido que mi historia no era buena. Pareció ofenderse, o<br />

cuando menos estaba ciertamente sorprendido. « ¡Pero Anna! ¿No fue allí donde<br />

viste a aqu<strong>el</strong>la gente Viste lo que vi yo, oíste las mismas palabras que yo he oído,<br />

¿no es cierto Yo me he limitado a filmar lo que estaba allí.» No supe qué decir,<br />

pues me di cuenta de que tenía razón, de que lo que yo «recordaba» era<br />

probablemente falso. Dijo, disgustado porque yo también lo estaba: «Ven a beber<br />

algo, Anna. ¿No ves que no importa lo que filmemos, con tal de que filmemos<br />

algo».<br />

Voy a dar este <strong>cuaderno</strong> por concluido. Si Madre Azúcar me hubiera pedido<br />

que diera un «nombre» a este sueño, le hubiera dicho algo r<strong>el</strong>ativo a la esterilidad<br />

absoluta. Y, además, desde que soñé esto no he podido recordar cómo movía<br />

Maryrose los ojos o la risa de Paul. Todo ha desaparecido.<br />

445

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!