09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

dormitorio, pues acudió a decirle a Jackson que si volvía a hacer algo semejante,<br />

sería despedido. Stanley trató de aplacarla, sin <strong>el</strong> menor resultado. Parecía como<br />

poseída, y <strong>el</strong> marido tuvo que llevárs<strong>el</strong>a para acostarla otra vez.<br />

George se nos acercó, a Willi y a mí, diciendo:<br />

—¿Os dais cuenta de lo que significaría si despidieran a Jackson Toda la<br />

familia se hundiría.<br />

—Quieres decir que tú te hundirías... —replicó Willi.<br />

—No, estúpido, por una vez estoy pensando en <strong>el</strong>los. Ésta es su casa.<br />

Jackson no podría encontrar otro sitio donde vivir con su familia. Tendría que<br />

buscarse un trabajo en cualquier parte, y su familia tendría que marcharse a<br />

Niasalandia.<br />

—Probablemente —admitió Willi—. Se encontrarían en la misma situación<br />

que los otros africanos, en lugar de formar parte de una minoría d<strong>el</strong> uno por<br />

ciento..., si llega.<br />

El bar no tardó en abrirse, y George se marchó a buscar una bebida. Iba con<br />

Jimmy. Parece que me he olvidado de lo más importante de todo, es decir, de que<br />

Jimmy ofendió de mala manera a la señora Boothby. Había ocurrido <strong>el</strong> fin de<br />

semana anterior, cuando Jimmy, en presencia de la señora Boothby, rodeó a Paul<br />

con <strong>el</strong> brazo y le besó. Estaba borracho. La señora Boothby, que era una mujer<br />

muy sencilla, se escandalizó terriblemente. Yo traté de explicarle que las<br />

convenciones o los presupuestos de la Colonia sobre la virilidad no eran los mismos<br />

que en Inglaterra. Pero <strong>el</strong>la ya no pudo volver a ver a Jimmy sin repugnancia. No le<br />

había importado en absoluto que estuviera siempre borracho, que apareciera sin<br />

afeitar, que tuviera un aspecto francamente desagradable con aqu<strong>el</strong>las dos heridas<br />

a medio cicatrizar o que se tumbara por allí con <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo d<strong>el</strong> uniforme<br />

desabrochado. Todo esto estaba bien; sí, le parecía bien que los hombres de verdad<br />

bebieran, que no se afeitaran y que no se preocuparan de su aspecto. Incluso había<br />

llegado a mostrarse bastante maternal y tierna con él. Pero la palabra<br />

«homosexual» le había sacado de quicio.<br />

—Supongo que es lo que llaman un homosexual —dijo, pronunciando la<br />

palabra como si estuviera envenenada.<br />

Jimmy y George se emborracharon en <strong>el</strong> bar, y a la hora de empezar <strong>el</strong> baile<br />

se mostraban sensibleros y cariñosos. La sala estaba llena de gente cuando<br />

entraron <strong>el</strong>los. Se pusieron a bailar juntos, George haciendo una parodia, pero<br />

Jimmy con una expresión de f<strong>el</strong>icidad infantil en <strong>el</strong> rostro. Dieron sólo una vu<strong>el</strong>ta<br />

por la sala..., pero fue suficiente. La señora Boothby ya había aparecido, embutida<br />

en un traje de raso negro como una foca, con la cara roja de angustia. Se dirigió<br />

hacia la pareja y les ordenó que se fueran a otra parte a comportarse de aqu<strong>el</strong>la<br />

repugnante manera. Nadie más había notado <strong>el</strong> incidente. George le dijo que no<br />

fuera tan regañona y se puso a bailar con June Boothby. Jimmy se quedó con la<br />

boca abierta, sin saber qué hacer, como <strong>el</strong> niño pequeño a quien le han dado una<br />

bofetada y no sabe por qué. Luego salió, solo, a la oscuridad.<br />

Paul y yo bailamos juntos, lo mismo que Willi y Maryrose. Stanley y la<br />

señora Lattimer hacían lo propio, mientras <strong>el</strong> señor Lattimer permanecía en <strong>el</strong> bar,<br />

y George salía periódicamente para hacer una visita al remolque.<br />

127

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!