09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

A partir de aqu<strong>el</strong> día, <strong>el</strong> último d<strong>el</strong> diario, dejé de soñar como por efecto de<br />

una varita mágica.<br />

—¿Ha tenido algún sueño —me preguntó la señora Marks distraídamente,<br />

para ver si ya me encontraba dispuesta a desechar de una vez aqu<strong>el</strong>la absurda<br />

evasión mía.<br />

Hablamos con detalle de mis sentimientos por Micha<strong>el</strong>. La mayor parte d<strong>el</strong><br />

tiempo que pasamos juntos, somos f<strong>el</strong>ices; pero hay momentos en que me inspira<br />

odio y resentimiento, siempre por las mismas causas: porque ha convertido en<br />

chiste <strong>el</strong> que yo haya escrito un libro. Lo acusa, y bromea a propósito de que yo<br />

sea «una escritora». Ironiza acerca de Janet, diciendo que antepongo mi amor<br />

maternal al suyo, y me advierte que no piensa casarse conmigo. Esto último lo<br />

hace siempre después de haberme dicho que me quiere y que soy lo más<br />

importante de su vida. Me ofende y me enoja. Le dije, enfadada:<br />

—Esta clase de avisos, con una vez basta.<br />

Y él empezó a bromear para quitarme <strong>el</strong> mal humor. No obstante, aqu<strong>el</strong>la<br />

noche estuve frígida por primera vez desde que dormía con él. Cuando se lo dije a<br />

la señora Marks, me replicó:<br />

—Una vez tuve una paciente que era frígida. La estuve viendo durante tres<br />

años. Vivía con <strong>el</strong> hombre que amaba y, sin embargo, ni una sola vez en aqu<strong>el</strong>los<br />

tres años tuvo un orgasmo. El día en que se casaron experimentó <strong>el</strong> primero.<br />

Al terminar de contarme esto, hizo un gesto con la cabeza, enérgicamente,<br />

como si me dijera: « ¡Ya lo ve!». Yo me reí y le pregunté:<br />

—Señora Marks, ¿se da usted cuenta de que es una reaccionaria<br />

Me contestó, con una sonrisa:<br />

—¿Y qué significa esa palabra, querida<br />

—-Para mí, muchísimo —repliqué.<br />

—Y, no obstante, la noche en que su amante le dice que no piensa casarse<br />

con usted, usted es frígida.<br />

—Pero ya lo había dicho o, por lo menos, lo había dado a entender en otras<br />

ocasiones, y nunca reaccioné de esta forma. —De pronto, me di cuenta de que era<br />

algo deshonesta y admití—: Es cierto que en la cama reacciono según como él me<br />

acepta.<br />

—¡Pues claro, usted es una mujer de verdad!<br />

Utilizó esta expresión, una mujer, una mujer de verdad, exactamente igual<br />

que cuando decía una artista, una auténtica artista: de manera rotunda. Cuando<br />

dijo «una mujer de verdad», me eché a reír, sin poder remediarlo, y al cabo de un<br />

momento <strong>el</strong>la hizo lo mismo. Después me preguntó por qué me reía y se lo<br />

expliqué. Estuve a punto de aprovechar la ocasión para introducir la palabra «arte»,<br />

que no habíamos empleado desde que yo dejé de soñar. Pero dijo:<br />

—¿A qué se debe que nunca me hable de sus opiniones políticas<br />

205

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!