09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

todavía no sabíamos nada de las amenazas a que los funcionarios le habían<br />

sometido para impedir que hablara. Dijo, sin embargo, que la verdad era tan<br />

terrible que lo mejor era que la supiese la menor cantidad de gente posible: en<br />

resumen, utilizaba los mismos argumentos de la burocracia, los mismos<br />

argumentos contra los que él había luchado.<br />

Entonces volvió a levantarse N<strong>el</strong>son y lanzó otra denuncia todavía más<br />

violenta y autoacusadora. Era casi histérica, tanto que todos nos pusimos<br />

histéricos. Por ejemplo, yo podía sentir cómo la histeria surgía de mi interior, y<br />

pude reconocer <strong>el</strong> ambiente que descubriera en mi «sueño de destrucción». Era la<br />

sensación o <strong>el</strong> ambiente que pr<strong>el</strong>udiaba la comparecencia de la figura de<br />

destrucción. Me levanté y le di las gracias a Harry; al fin y al cabo, hacía dos años<br />

que había dejado de ser miembro d<strong>el</strong> Partido, y no tenía ningún derecho a asistir a<br />

un mitin cerrado. Me fui abajo, donde encontré a Molly, que estaba llorando en la<br />

cocina. Me dijo:<br />

—Para ti es muy fácil; tú no eres judía.<br />

En la calle me encontré con que N<strong>el</strong>son había bajado detrás de mí. Dijo que<br />

me acompañaba a casa. Ahora volvía a estar callado, y yo me olvidé d<strong>el</strong> tono<br />

autoacusador de su discurso. Era un hombre de unos cuarenta años, judío<br />

americano de aspecto agradable, un poco <strong>el</strong> tipo d<strong>el</strong> paterfamilias. Yo sabía que me<br />

sentía atraída por él...<br />

[Otra línea gruesa y negra. Y luego:]<br />

La razón por la que no quiero escribir sobre esto es que debo luchar para<br />

escribir sobre las cuestiones d<strong>el</strong> sexo. Es extraordinario lo fuerte que resulta esta<br />

especie de prohibición.<br />

Lo estoy complicando demasiado: me refiero al mitin. Pero N<strong>el</strong>son y yo no<br />

nos hubiéramos comunicado fácilmente sin haber compartido esta experiencia,<br />

incluso si hubiera sido en cualquier otro país. Aqu<strong>el</strong>la primera noche, estuvo<br />

conmigo hasta tarde. Me hizo la corte. Hablé sobre mí; quiso saber <strong>el</strong> tipo de vida<br />

que llevaba. Las mujeres en seguida reaccionan como agradecidas frente a los<br />

hombres que comprenden que estamos en una situación de frontera. Supongo que<br />

podría decirse que nos «etiquetan». Nos sentimos a salvo con <strong>el</strong>los. Subió a ver a<br />

Janet, que dormía. Su interés por <strong>el</strong>la era genuino, pues tenía tres hijos propios y<br />

llevaba diecisiete años casado. Su matrimonio era una consecuencia directa de<br />

haber estado luchando en España. El tono de la v<strong>el</strong>ada fue serio, responsable,<br />

adulto. Cuando se hubo ido pensé en la palabra adulto. Y le comparé a los hombres<br />

con quienes me había encontrado recientemente (¿por qué), a aqu<strong>el</strong>los otros<br />

hombres-niños. Me sentía tan animada que hube de obligarme a tomar<br />

precauciones. De nuevo me maravillaba lo fácil que es, cuando se vive destituida,<br />

olvidar <strong>el</strong> amor, <strong>el</strong> gozo y otras d<strong>el</strong>icias. Durante casi dos años no había<br />

experimentado más que encuentros decepcionantes y desengaños emocionales. Por<br />

así decirlo, me había recogido las faldas emocionales y me había vu<strong>el</strong>to muy<br />

caut<strong>el</strong>osa en mis reacciones. Ahora, después de una noche con N<strong>el</strong>son, lo había<br />

olvidado todo. Vino a verme al día siguiente. Janet acababa de salir para jugar con<br />

sus amigas. N<strong>el</strong>son y <strong>el</strong>la se hicieron en seguida amigos. Hablaba como si fuese<br />

más que un amante en potencia. Estaba a punto de dejar a su esposa, según me<br />

dijo, pues necesitaba una r<strong>el</strong>ación real con una mujer. Podía venir aqu<strong>el</strong>la noche<br />

413

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!