09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

o anciana, pues se tenía la impresión de que era bisexual o carecía de sexo. La<br />

figura era siempre muy real, a pesar de tener una pata de palo, de llevar muletas,<br />

de tener una joroba o de sufrir cualquier otra deformación. La criatura era siempre<br />

poderosa, con una vitalidad interior que yo sabía se debía a la malicia, empleada<br />

sin medida, causa o dirección. Se burlaba, se reía y ofendía a todo <strong>el</strong> mundo:<br />

deseaba <strong>el</strong> asesinato, deseaba la muerte, a pesar de lo cual vibraba siempre de<br />

gozo. Al contarle <strong>el</strong> sueño a Madre Azúcar, recreado por sexta o séptima vez, <strong>el</strong>la<br />

me preguntó, igual que siempre:<br />

—¿Y cómo lo llama<br />

Y yo contesté, según mi costumbre, con los conceptos de mala voluntad,<br />

malicia, placer de causar daño, etc.<br />

—Ésas son cualidades negativas. ¿Es que no hay nada bueno en él<br />

—Nada —concluí, sorprendida.<br />

—¿Y no hay nada creador en <strong>el</strong>lo<br />

—Al menos, para mí, no...<br />

Sonrió de aqu<strong>el</strong>la manera que significaba, según me consta, que yo debería<br />

pensar más en <strong>el</strong>lo, y le pregunté:<br />

—Si esta figura fuera una fuerza <strong>el</strong>emental, para <strong>el</strong> bien tanto como para <strong>el</strong><br />

mal, ¿por qué le tengo tanto miedo<br />

—Tal vez si soñara de manera más profunda, sentiría la vitalidad como<br />

buena al mismo tiempo que como mala.<br />

—Para mí es tan p<strong>el</strong>igrosa, que en cuanto siento <strong>el</strong> ambiente que rodea a la<br />

figura, incluso antes de que la figura misma aparezca, ya sé que <strong>el</strong> sueño está<br />

empezando, y lucho y grito para despertarme.<br />

—Será p<strong>el</strong>igroso para usted mientras le tenga miedo.<br />

Esto lo dijo con su característica cabezada maternal, casera y enfática de<br />

siempre, sin que al parecer le importara lo profundo de mis conflictos en r<strong>el</strong>ación<br />

con algo que era igual que me produjera daño o que me hiciera reír. A veces, me<br />

echaba a reír, sin poderío remediar, mientras <strong>el</strong>la se limitaba a sonreírme,<br />

hablándome tal como la gente habla de animales o serpientes: no te harán nada si<br />

no les tienes miedo.<br />

En tales momentos, que eran bastante frecuentes, yo pensaba que hacía<br />

trampa, pues si aqu<strong>el</strong>la figura le era tan conocida por los sueños o fantasías de sus<br />

pacientes, hasta <strong>el</strong> punto de reconocerla en seguida, ¿por qué era yo responsable<br />

de que la cosa fuese completamente mala Claro que la palabra mal es demasiado<br />

humana para un <strong>el</strong>emento que, a pesar de las formas parcialmente humanas que a<br />

veces adoptaba, daba la impresión de que era esencialmente inhumano.<br />

En otras palabras, ¿acaso era yo la que debía decidir si aqu<strong>el</strong>lo era bueno o<br />

malo ¿Era eso lo que Madre Azúcar me estaba diciendo<br />

410

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!