09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

automática y la siguió junto a la barrera d<strong>el</strong> que recogía los billetes. Anna entregó<br />

su billete y avanzó apresuradamente, volviéndose para fruncirle <strong>el</strong> ceño mientras él<br />

le decía, detrás mismo:<br />

—¿Damos un paseo ¿Un paseo<br />

Mostraba una sonrisa de triunfo, seguro de que en su imaginación la había<br />

humillado, triunfando sobre <strong>el</strong>la en <strong>el</strong> tren, mientras permanecía con los ojos<br />

cerrados.<br />

—Váyase —le conminó, y avanzó en dirección a la calle.<br />

El hombre continuaba siguiéndola. Anna sentía miedo, y estaba asombrada<br />

de sí misma, asustada al comprobar que tenía miedo. « ¿Qué me ha pasado —se<br />

preguntó—. Esto ocurre cada día, es <strong>el</strong> vivir en una ciudad, no me afecta...» Pero <strong>el</strong><br />

hecho es que sí le afectaba, como la había afectado la necesidad agresiva de<br />

Richard de humillarla, media hora antes, en <strong>el</strong> despacho. La conciencia de que <strong>el</strong><br />

hombre aún la seguía, con aqu<strong>el</strong>la sonrisa desagradable, le hizo desear echarse a<br />

correr, espantada. «Si pudiera ver o tocar algo que no fuera feo...» Enfrente mismo<br />

de <strong>el</strong>la había un carro de fruta que ofrecía, en ordenadas pilas, ciru<strong>el</strong>as,<br />

m<strong>el</strong>ocotones, albaricoques. Anna compró fruta y aspiró su olor ácido y limpio,<br />

palpando las pi<strong>el</strong>es suaves o v<strong>el</strong>ludas. Aqu<strong>el</strong>lo le hizo sentirse mejor. El pánico<br />

había desaparecido. El hombre que la había seguido continuaba cerca, aguardando<br />

con la sonrisa; pero se sentía ya inmunizada contra él. Le cruzó por d<strong>el</strong>ante,<br />

impasible.<br />

Llegaba tarde, pero no le preocupaba, pues Ivor estaría en casa. Durante <strong>el</strong><br />

tiempo que Tommy permaneció en <strong>el</strong> hospital y Anna estuvo tan a menudo con<br />

Molly, Ivor había entrado en sus vidas. Aqu<strong>el</strong> joven casi desconocido, que vivía en<br />

<strong>el</strong> cuarto de arriba, que decía buenas noches y buenos días, que entraba y salía<br />

discretamente, se había convertido en amigo de Janet. La había llevado al cine<br />

cuando Anna estaba en <strong>el</strong> hospital, le ayudaba a hacer los deberes, y le repetía a<br />

Anna que no se preocupara, que le encantaba cuidar de Janet. Y era verdad. Sin<br />

embargo, esta nueva situación hacía que Anna se sintiese incómoda. No por <strong>el</strong>la o<br />

por Janet, pues con la niña demostraba una int<strong>el</strong>igencia de lo más simple, de lo<br />

más encantador.<br />

De pronto, se puso a pensar, subiendo las feas escaleras que conducían a la<br />

puerta d<strong>el</strong> piso: «Janet necesita un hombre en su vida, echa de menos a un padre.<br />

Ivor es muy afectuoso con <strong>el</strong>la, pero como él no es un hombre... ¿Qué quiero decir<br />

con eso de que no es un hombre Richard es un hombre, Micha<strong>el</strong> es un hombre,<br />

¿por qué no lo es Ivor Sé que con un hombre de verdad se produciría toda un área<br />

de tensiones, de malentendidos, que con Ivor no pueden producirse. Habría toda<br />

una dimensión que ahora no existe. Y, sin embargo, él es encantador con la niña...<br />

¿Qué quiero decir, pues, con eso de un hombre de verdad Porque Janet adora a<br />

Ivor. Y adoraba, o así lo dice, a su amigo Ronnie...».<br />

Hacía unas semanas que Ivor le había preguntado si podía compartir la<br />

habitación con un amigo que iba corto de dinero y estaba sin trabajo. Anna siguió<br />

los trámites convencionales de ofrecerse a instalar otra cama en <strong>el</strong> cuarto, etc.<br />

Ambas partes habían interpretado su pap<strong>el</strong>, pero Ronnie, actor en paro, se había<br />

trasladado al cuarto de Ivor y a su cama, y como a Anna le daba igual, no había<br />

dicho nada. Al parecer, Ronnie tenía la intención de quedarse, si a <strong>el</strong>la no le<br />

importaba. Anna sabía que Ronnie era <strong>el</strong> precio que se esperaba debía pagar por la<br />

reciente amistad de Ivor con Janet.<br />

337

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!