09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¡Molly! —exclamó Anna con pena, en tono de súplica.<br />

—¿Cómo ¿De qué sirve seguir pensando en <strong>el</strong>lo, eh<br />

—Pues he reflexionado... Es posible que hayamos cometido una equivocación.<br />

—¿Qué ¿Sólo una<br />

Pero Anna no se reía.<br />

—No. Va en serio. Las dos estamos convencidas de que somos fuertes... No,<br />

escúchame. Hablo en serio. Quiero decir: un matrimonio se va al agua; bien, decimos<br />

que nuestro matrimonio ha sido un fracaso y que peor para él. Un hombre nos deja<br />

plantadas; bien, qué le vamos a hacer, no importa. Sacamos a los niños ad<strong>el</strong>ante; sin<br />

un hombre, y nos decimos que no cuesta nada, que somos muy capaces de hacerlo.<br />

Pasamos años en <strong>el</strong> Partido comunista y luego suspiramos: « ¡Vaya, vaya! Cometimos<br />

un error. ¿Qué le vamos a hacer...»<br />

—¿Qué intentas decir —le interrumpió Molly, con caut<strong>el</strong>a y a una gran distancia<br />

de Anna.<br />

—¿No te parece que podría ser, por lo menos podría ser, que las cosas nos<br />

fueran tan mal que ni pudiéramos recobrarnos Porque yo, cuando de verdad me<br />

enfrento con <strong>el</strong>lo, no creo que haya podido olvidar a Micha<strong>el</strong>. Creo que a mí me ha ido<br />

mal. Sí, ya sé que lo que he de decir es: « ¡Vaya, vaya! Me ha plantado... Después de<br />

todo, ¿qué son cinco años Ad<strong>el</strong>ante, y a otra cosa».<br />

—Pero es como debe ser: ad<strong>el</strong>ante, y a otra cosa.<br />

—¿Por qué será que la gente como nosotras nunca reconoce un fracaso Nunca.<br />

Tal vez valdría más que lo reconociéramos. Y no se trata sólo de amor y de hombres.<br />

¿Por qué no podemos decir algo como... Somos gente que, a causa de nuestra<br />

situación en la historia, nos entregamos con gran energía..., aunque sólo en nuestra<br />

imaginación —y de ahí viene todo...— al gran sueño; y ahora tenemos que reconocer<br />

que <strong>el</strong> gran sueño se ha desvanecido y que la verdad es otra, que nosotros ya no<br />

servimos para nada. Al fin y al cabo Molly, no es una gran pérdida un puñado de<br />

personas, un puñado de personas de un tipo determinado que dicen están acabadas,<br />

que no hay nada que hacer. ¿Por qué no Es casi arrogancia no ser capaces de decir<br />

eso.<br />

—¡Oh, Ana! Todo esto es simplemente a causa de Micha<strong>el</strong>. Y acaso un día de<br />

éstos vu<strong>el</strong>va y reanudéis lo vuestro. Y si no vu<strong>el</strong>ve, ¿de qué te quejas Tú tienes tus<br />

libros.<br />

—¡Por Dios! —murmuró Ana—. ¡Por Dios...! —Después, al cabo de un momento,<br />

hizo un esfuerzo y volvió a sacar la voz de inmunidad—: Sí, es muy extraño todo...<br />

Bueno, me tengo que ir a casa.<br />

—Creí que habías dicho que Janet se había ido a casa de una amiga.<br />

—Sí, pero tengo trabajo.<br />

Se besaron con rapidez. El hecho de que no habían podido realmente<br />

encontrarse, se lo comunicaron con un pequeño apretón de manos, un apretón tierno,<br />

casi en broma. Anna salió a la calle y se dispuso a andar hasta su casa; estaba sólo a<br />

unos minutos de allí, en Earls Court. Antes de entrar en la calle donde vivía, la suprimió<br />

automáticamente de su campo visual. No habitaba en la calle, ni siquiera en <strong>el</strong> edificio,<br />

59

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!