09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

algunos seres humanos son mejores que otros a causa de la raza. La masa de<br />

africanos de todo <strong>el</strong> continente —o, al menos, aqu<strong>el</strong>los que tenían alguna cultura—<br />

se divertía sardónicamente ante <strong>el</strong> espectáculo de sus amos blancos predicando la<br />

cruzada contra <strong>el</strong> diablo d<strong>el</strong> racismo. Disfrutaban con <strong>el</strong> espectáculo de los blancos<br />

«baases», tan ansiosos por ir a luchar a cualquier frente vecino y contra una<br />

doctrina que defenderían hasta la muerte en su propio su<strong>el</strong>o. Durante toda la<br />

guerra, las columnas de los periódicos donde se publicaban las cartas al director<br />

estaban repletas de discusiones acerca de si era seguro poner en manos de un<br />

soldado africano un fusil, aunque fuese de aire, puesto que acaso disparara contra<br />

sus amos blancos, o bien utilizara más tarde <strong>el</strong> conocimiento, tan útil, de las armas.<br />

Se decidió, con toda razón, que no sería seguro.<br />

He aquí dos buenas razones para que la guerra tuviera, en lo que a nosotros<br />

se refiere y muy desde <strong>el</strong> principio, sus divertidas ironías.<br />

(Ya vu<strong>el</strong>vo a caer en <strong>el</strong> tono pernicioso, a pesar de que odio este tono. No<br />

obstante, vivimos en él durante meses, y años, y nos hizo a todos mucho daño,<br />

estoy segura de <strong>el</strong>lo. Aqu<strong>el</strong>lo era denigrante; era como una parálisis de los<br />

sentimientos como un no saber o un negarse a r<strong>el</strong>acionar cosas contradictorias para<br />

conseguir una totalidad. Es decir, que resulta posible vivir inmersa en una<br />

situación, por terrible que ésta sea. La negativa implica que uno no puede ni<br />

cambiar ni destruir; la negativa significa, al final, la muerte o <strong>el</strong> empobrecimiento<br />

d<strong>el</strong> individuo.)<br />

Trataré de exponer someramente los hechos. Para la población en general,<br />

la guerra tuvo dos fases. La primera, cuando las cosas marchaban mal y la derrota<br />

parecía posible; esta fase terminó d<strong>el</strong> todo en Stalingrado. La segunda fase<br />

consistió en aguantar hasta la victoria.<br />

Para nosotros, y al decir nosotros me refiero a la izquierda y a los liberales<br />

asociados con la izquierda, la guerra tuvo tres fases. La primera fue cuando Rusia<br />

se desentendió de la guerra, lo cual paralizó nuestras tomas de posición políticas<br />

(las de medio centenar o un centenar de personas, cuya fuente emocional había<br />

sido la fe en la Unión Soviética). Este período terminó cuando Hitler atacó Rusia.<br />

Inmediatamente, se produjo una explosión de energía.<br />

La gente se apasiona demasiado acerca d<strong>el</strong> comunismo o, más bien, acerca<br />

de sus propios partidos comunistas, y no reflexiona sobre un tema que un día será<br />

terreno abonado para los sociólogos. Me refiero a las actividades sociales que se<br />

producen como resultado directo o indirecto de la existencia de un Partido<br />

comunista, es decir a la gente o grupos de gente que sin darse siquiera cuenta han<br />

sido inspirados, animados o infundidos con una nueva racha de vida gracias al<br />

Partido comunista. Y esto es cierto en todos los países donde han existido tales<br />

partidos, por reducidos que fueran. En nuestra pequeña ciudad, un año después de<br />

que Rusia hubiera entrado en la guerra y que la izquierda hubiera cobrado ánimos a<br />

causa de <strong>el</strong>lo, aparecieron (aparte las actividades directas d<strong>el</strong> Partido, de las que no<br />

estoy hablando ahora) una pequeña orquesta, varias asociaciones de lectores, dos<br />

grupos dramáticos, un cineclub, un informe hecho por aficionados sobre las<br />

condiciones de los niños africanos de las urbes —que, al publicarse, conmovió las<br />

conciencias de los blancos y fue <strong>el</strong> principio de un tardío sentimiento de<br />

culpabilidad—, y media docena de seminarios sobre los problemas africanos. Por<br />

primera vez en su historia, aqu<strong>el</strong>la ciudad conoció algo que se acercaba a la vida<br />

cultural, y que fue disfrutado por centenares de personas que sólo habían oído<br />

hablar de los comunistas como de un grupo odioso. Y, naturalmente, muchos de<br />

estos fenómenos fueron desaprobados por los mismos comunistas, que entonces<br />

estaban en su auge de energía y dogmatismo. Sin embargo, habían sido inspirados<br />

68

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!