09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL CUADERNO DORADO<br />

Un palmo<br />

la nariz le va a crecer<br />

al que se atreva<br />

este libro a leer.<br />

Lo dice su dueño,<br />

SAul Green.<br />

Es tan oscuro este piso como si la oscuridad tuviera la forma d<strong>el</strong> frío. Recorrí<br />

<strong>el</strong> piso encendiendo todas las luces. La oscuridad hizo retroceder hasta la parte<br />

exterior de las ventanas a una forma fría que trataba de irrumpir dentro d<strong>el</strong> piso.<br />

Pero cuando encendí la luz de la Habitación grande, vi que era una equivocación,<br />

que la luz le era ajena, así que dejé que volviera la oscuridad, controlada por las<br />

dos estufas de parafina y por <strong>el</strong> resplandor d<strong>el</strong> fuego d<strong>el</strong> gas. Me tumbé y pensé en<br />

la pobre tierra, una mitad sumida en la fría oscuridad, balanceándose en inmensos<br />

espacios oscuros. Al poco rato de haberme tumbado, entró Saúl y se echó a mi<br />

lado.<br />

—Es una habitación fantástica —dijo—. Es como un mundo.<br />

Su brazo bajo mi cu<strong>el</strong>lo era fuerte y caliente. Hicimos <strong>el</strong> amor. Se durmió y,<br />

al despertar, estaba caliente, sin aqu<strong>el</strong> frío mortal que tanto me asustaba. Después<br />

observó:<br />

—Bueno, quizás ahora conseguiré trabajar.<br />

Era un egoísmo tan directo como <strong>el</strong> mío cuando necesito algo. No pude<br />

evitar reírme. Él me secundó en la risa. Rodamos por la cama, riéndonos, y luego<br />

por <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o. Después se puso de pie de un salto y dijo, en un tono cursi y muy<br />

inglés:<br />

—Esto no puede ser, no puede ser.<br />

Y salió d<strong>el</strong> cuarto, riéndose todavía.<br />

Los demonios se habían ido d<strong>el</strong> piso. Es lo que pensé, desnuda encima de la<br />

cama, sentada al calor de las tres estufas. Los demonios. Como si <strong>el</strong> miedo, <strong>el</strong><br />

terror y la ansiedad no estuvieran dentro de mí, dentro de Saúl, como si sólo fuera<br />

513

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!